"Hemos observado una actividad más agresiva por parte de Irán durante este ciclo electoral"», señalaron en un comunicado conjunto el FBI, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) y la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de Infraestructuras (CISA).
"Esto incluye actividades recientemente reportadas dirigidas a comprometer la campaña del expresidente Donald Trump, que la comunidad de inteligencia atribuye a Irán", señalaron.
Los servicios de a inteligencia estadounidenses también creen que agentes iraníes intentaron contactar con "individuos con acceso directo a las campañas presidenciales de ambos partidos".
El equipo de campaña de Donald Trump afirmó el 10 de agosto que había sido pirateado, acusando a "fuentes extranjeras" de filtrar comunicaciones internas y un archivo sobre J.D. Vance, compañero de fórmula del expresidente republicano.
El sitio web Político había informado previamente de que había recibido correos electrónicos con información sobre la campaña del republicano de una fuente que se negó a identificarse.
En aquel momento, el equipo del expresidente republicano ya había insinuado que Irán estaba detrás de la operación. El 13 de agosto, el equipo de campaña de Kamala Harris también afirmó haber sido blanco de piratas informáticos extranjeros. Un equipo de Google encargado de analizar las amenazas en línea confirmó posteriormente que un grupo de hackers afiliado a Irán, APT42, tenía como objetivo las campañas de los dos candidatos con ataques a las cuentas de correo electrónico personales de sus colaboradores haciéndose pasar por periodistas.
El grupo APT42 está asociado a la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de la República Islámica de Irán, según Google.
Microsoft también publicó un informe el 9 de agosto en el que se mostraba que Irán estaba intensificando sus esfuerzos para perturbar las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, utilizando sitios web de noticias falsas, ciberataques y piratería informática.
En su comunicado, el FBI, el ODNI y la CISA denunciaron que "Irán intenta sembrar la discordia y socavar la confianza en nuestras instituciones democráticas".
Por su parte, la misión permanente de Irán ante la ONU rechazó las acusaciones. "Tales afirmaciones son infundadas, porque Irán no tiene ningún motivo para interferir en las elecciones estadounidenses", dijo la misión, citada por la televisión de Estado en Teherán.
"Si el gobierno de Estados Unidos fuera honesto con sus afirmaciones, debería brindarnos documentos, para que pueda recibir nuestra respuesta", agregó la misión iraní.
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