Sin embargo, entre los economistas, hay quienes, como Lorenzo Codogno, esperan una estabilidad en la economía italiana, con un tercer trimestre casi estancado seguido de una aceleración a fin de año: la verdadera incógnita, no menor, son las tensiones geopolíticas.
La última pieza del colapso de la economía alemana, primer destino de las exportaciones italianas y socio comercial fundamental para la mediana industria, es el índice Zew que hoy cayó más de lo esperado, y el presidente del banco de Alemania, Achim Wambach, habla de perspectivas que "están colapsando".
Las previsiones actuales, en promedio, dan apenas un 0,1% de expansión para 2024, aunque los últimos datos muestran señales de recuperación en pedidos y producción industrial.
Estados Unidos, tercer destino de las exportaciones italianas, según el Nobel de Economía Paul Krugman corre el riesgo de una recesión si la Reserva Federal no reduce pronto las tasas de interés.
El impacto en la economía italiana es inevitable, ya visible desde hace meses con las exportaciones que en junio crecieron un 0,5% pero siguen en caída del 8,6% en términos interanuales: según el Istat, pesa la frenada de Alemania y en particular del sector automovilístico.
"La industria está en recesión desde hace meses. El efecto de los incentivos a la construcción se está desinflando y, aunque la construcción todavía estaba en crecimiento en los primeros meses de 2024, "en la segunda mitad del año veremos una desaceleración", advierte el director del centro de estudios de Ance, Flavio Monosilio.
Después del crecimiento del 0,3% en el primer trimestre y del 0,2% en el segundo, es probable una desaceleración en los meses estivales, con gran parte del PIB impulsado por el turismo.
Se explica, en comparación con las estimaciones del gobierno, la cautela del Banco de Italia que, a pesar de un crecimiento adquirido del 0,7% para 2024, mantiene una previsión del 0,6% (0,8% sin el ajuste por los días laborales).
El 0,8% también es la estimación media del consenso de los analistas, aunque no falta quien es más optimista. Codogno, fundador y jefe económico de Lc Macro Advisors además de exdirector del Tesoro, prevé un PIB de julio a septiembre "casi plano" pero un cuarto trimestre "en recuperación".
Y mantiene para todo 2024 un +1,1%, gracias al BCE que "avanza gradualmente hacia un mayor apoyo a la economía", a una política fiscal que aún no se ha vuelto restrictiva, a la recuperación del consumo gracias a la caída de la inflación y a las inversiones del PNRR.
También en Italia, los últimos índices manufactureros dan alguna esperanza de salir del rojo, y para el presupuesto, con un ajuste estructural del 0,5% solicitado por la UE "la situación no es tan negra".
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