El sistema de monitoreo del ministerio de Salud ya ha señalado un aumento en los alertas de nivel rojo: hoy se cuentan 17 que indican el máximo nivel de alerta y 5 naranjas, que subirán a 19 rojos y 3 naranjas el 13 de agosto.
El miércoles 14 de agosto, el termómetro subirá aún más y habrá 22 ciudades con alerta roja y 5 amarillas.
En estas condiciones, los riesgos de efectos negativos sobre la salud se extienden también a las personas sanas, recuerda el ministerio. Quienes están en mayor riesgo son los grupos vulnerables, como los ancianos, los niños muy pequeños y las personas con enfermedades crónicas.
"Pienso en esos pacientes con insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica, insuficiencia respiratoria o diabetes", explica Dario Manfellotto, presidente de la Fundación Federación de Asociaciones de Dirigentes Hospitalarios Internistas (Fadoi).
El calor extremo aumenta el riesgo para los ancianos, que se puede ver agravado por las condiciones sociales. "En algunos casos, el núcleo familiar puede faltar. Los ancianos, al estar solos, no se sienten motivados. Muchos también tienen cierta dependencia para realizar actividades diarias, como hacer compras, lavarse, tomar medicinas o recordar beber", subraya Manfellotto.
"No olvidemos que quienes viven en condiciones de pobreza y malestar están más propensos a descompensaciones", agrega.
La soledad también puede afectar los tiempos de alta hospitalaria. "El anciano ingresado y solo, en verano, tiene menos posibilidades de volver a casa. Sin embargo, el aumento de los días de hospitalización también está asociado con un mayor índice de complicaciones", añade Francesco Dentali, presidente de la Sociedad Científica Fadoi.
En cualquier caso, se debe acudir a urgencias solo si es estrictamente necesario, recomienda el presidente de la Federación Nacional de Colegios de Médicos, Filippo Anelli.
"El acceso debe reservarse para los casos en los que se requiera una evaluación especializada", declara Anelli a ANSA.
Esto también para evitar los riesgos asociados con el Covid-19, ya que "estamos en una fase en la que el Covid parece resurgir".
Además, para los síntomas asociados al calor, la mayoría de las veces "bastan unas pocas terapias, como la ingesta de paracetamol o una buena hidratación", sin necesidad de ir al hospital, agrega Anelli, quien aconseja consultar al médico de cabecera en caso de malestar relacionado con las altas temperaturas.
Mientras tanto, un estudio coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, publicado en Nature Medicine, ha elaborado un balance de las muertes relacionadas con el calor en Europa durante el verano de 2023, el año más caluroso registrado.
Se han producido 47.690 muertes y casi 1 de cada 4 (12.743) ocurrió en Italia; solo por detrás de España (8.352) y Alemania (6.376). La cifra, sin embargo, podría haber sido un 80% más alta sin la adopción de medidas para enfrentar las olas de calor.
"Somos menos vulnerables al calor en comparación con principios de siglo, probablemente como resultado del progreso socioeconómico general, la mejora de los comportamientos individuales y las medidas de salud pública, como los planes de prevención del calor implementados después del verano récord de 2003", afirma la primera autora del estudio, Elisa Gallo.
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