El día en que el Parlamento entra en receso, tras la loca carrera por aprobar una docena de decretos, la premier italiana, Giorgia Meloni, convocó al Consejo de Ministros por última vez antes de las vacaciones de verano.
Y está ocupada todo el día en un torbellino de reuniones, incluido el Comité para la Seguridad de la República. Más de una oportunidad, en definitiva, para reunirse también con sus dos adjuntos, Antonio Tajani y Matteo Salvini. Sin embargo, sin que se produzca la cumbre tripartita que se había hipotetizado en los últimos días.
Las distancias son numerosas, desde la RAI hasta los balnearios. Es mejor tomarse unos días de descanso y afrontar los asuntos más urgentes tras la pausa, explicó una fuente que habló con ella.
Seguramente habrá que encontrar una solución en las playas, la primera ministra hablará de ello por la mañana con su familia.
Llegará pronto una reorganización, el mensaje se filtrará tanto hacia las asociaciones costeras como hacia Bruselas. Pero todavía no hay acuerdo sobre la solución entre los aliados.
Probablemente se vuelva a hablar de ello entre finales de agosto y principios de septiembre.
Salvo situaciones de emergencia -"como en Medio Oriente, si se produjera una escalada", observó un ministro- no debería convocarse una nueva reunión del Consejo de Ministros antes de la última semana de agosto. Y esta debería ser también la oportunidad de compartir la indicación del candidato y del comisario italiano que se hará oficial en Bruselas.
El nombre que encabeza la lista sigue siendo el de Raffaele Fitto. Podría seguir siendo la única propuesta, dado que otros países, señalan la mayoría, también han presentado una única candidatura y no dos, como pedía Ursula von der Leyen para garantizar la igualdad de género en el nuevo ejecutivo europeo.
Por supuesto, persisten las dudas sobre cómo y cuándo sustituir al ministro plenipotenciario, que gestiona el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), los fondos de cohesión, las inversiones para el sur del país e incluso las relaciones con la UE.
Pero los melonianos apuestan porque al final el ministro de Apulia será el elegido, "es muy bueno en el bando de los que tienen que pedir, mejor aún tenerlo en el bando de los que deciden", razona uno de ellos.
Los contactos con la presidenta de la Comisión, tras los intercambios iniciales, no se habrían profundizado en los últimos días, en los que la primera ministra italiana estuvo muy centrada en cuestiones internas.
La situación carcelaria, sobre la que ve la mayoría mientras se vota el decreto en la Cámara, los bañistas precisamente.
La actividad parlamentaria para estar bien coordinada en la reanudación, cuando también tendrá que componer la tercera ley de presupuestos de su gobierno.
Por eso también Alfredo Mantovano, sostienen, aconsejó a los ministros que no se excedan en las enmiendas al último decreto aprobado, un ómnibus que fácilmente se prestaría, en cambio, al clásico asalto a la dirigencia.
"Nosotros, en cambio, recomendamos a (Giancarlo) Giorgetti", bromeó un ministro, en alusión al ministro de Economía, "que tenga en cuenta las necesidades de todos para la maniobra".
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