El Día D para el comienzo de su aventura se fijó para el 8 de julio, pocas horas antes de la posible victoria de Marine Le Pen en Francia.
Más allá de la extrema derecha, algo salió mal. El aspirante al primer ministro Jordan Bardella tuvo que conformarse con la presidencia de un grupo que, sin embargo, ocupa el tercer lugar en la Eurocámara, superando en su primer día de vida a los primos del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
En la derecha europea, los Patriotas provocaron un terremoto. En los últimos días, se multiplicaron las adhesiones.
La última en decir sí fue Marine Le Pen.
"Pero Agrupación Nacional llevaba mucho tiempo trabajando en el proyecto, solo esperábamos las elecciones", aseguró el eurodiputado Jean-Paul Garraud.
La delegación, con sus 30 electos, es el accionista mayoritario de los Patriotas, seguida por los 11 eurodiputados de Fidesz y los 8 de la Liga.
Al grupo se unieron los eurodiputados de Ano, encabezados por el checo Andrej Babis, el FPO austríaco, los españoles de Vox y los soberanos holandeses del PVV.
Para completar la familia, los belgas de Vlaams Belang, los portugueses de Chega, el Partido Popular Danés, los checos de Juramento y Automovilistas y los soberanos de Prima Letonia.
La ciudadana Kinga Gal fue elegida primera vicepresidenta.
En el equipo de los subcampeones está también el campeón de las preferencias de la Liga, Roberto Vannacci.
"Los patriotas representan la esperanza para millones de ciudadanos de las naciones europeas", subrayó Bardella.
El programa del grupo es bastante lineal: volver a una Europa intergubernamental, con una amplia gama de expedientes que sean competencia exclusiva de los Estados individuales.
Empezando por dos temas clave de los próximos cinco años, el de la defensa y el de la migración, en relación con los cuales se pide el desmantelamiento del Pacto firmado por los 27 en los meses pasados.
"No estamos a favor de una alternativa a Europa, sino de una alternativa europea", subrayaron los Patriotas durante una concurrida conferencia de prensa en la Cámara Europea de Bruselas.
Una reunión en la que los eurodiputados soberanos respondieron, con evidente vacilación, a las preguntas de los periodistas sobre su posición sobre Ucrania.
La impresión es que hay diferentes sensibilidades en el grupo. Fidesz no intervino, mientras que los holandeses del PVV enfatizaron claramente su apoyo a Kiev, aunque al mismo tiempo "hay que trabajar por la paz".
"Condenamos los ataques rusos, pero no queremos una escalada", puntualizó el lepenista Garraud.
El impacto de los Patriotas en el Parlamento Europeo (UE) no tardará en llegar porque, durante los primeros seis meses, el grupo podrá contar con el apoyo de Hungría, presidente de turno de la UE.
Contra ellos, sin embargo, los pro-UE no bajarán ni un centímetro el cordón sanitario.
El grupo aspira -y exigirá- los primeros puestos en la Cámara Europea, gracias a sus números. Difícilmente los conseguirá.
Sin embargo, los Patriotas aseguran que podrían aumentar aún más, quizás aprovechando a los conservadores de (la premier italiana, Giorgia) Meloni.
"¿Una adhesión del Pis polaco? Esa es la impresión", subrayó Garraud, precisando que "con Meloni los puentes no se han quemado, las cosas están evolucionando".
El fracaso del matrimonio de Fratelli d'Italia (FdI - Hermanos de Italia) con los Patriotas, explicó, se debe a "consideraciones a hacer en cada uno de los dos países".
Como decir: Meloni, como primera ministra italiana, eligió un camino diferente. Un camino que podría llevarla a votar por Ursula von der Leyen y conseguir no solo un comisario importante, sino también un cargo relevante en la Eurocámara.
La reunión de los conservadores con la Presidenta de la Comisión, prevista para esta semana y posiblemente en las próximas horas, será decisiva.
El tema es que, al mismo tiempo, FdI debe mantener las riendas de un grupo que parece aún poco estable y dividido entre una franja más anti-UE y otra como la de los checos de Petr Fiala, cada vez más cercana al PPE.
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