"Queremos que nos juzguen por los hechos, no por las palabras": así lo afirmó el nuevo premier británico, Keir Starmer, en la primera rueda de prensa tras el debut del Consejo de Ministros.
Starmer habló también de la necesidad de "implementar el cambio de un Partido Laborista que ha cambiado", empezando por un plan para reactivar el "crecimiento de la economía" que se delineará el martes.
Luego dijo que visitará Escocia, Gales e Irlanda del Norte, señalando que su gobierno tiene "un mandato completo", siendo "el primer partido en Inglaterra, Escocia y Gales".
Finalmente, aseguró que ya le había aclarado a los ministros lo que esperaba de ellos en términos de conducta y eficiencia.
Hoy hubo desfile de caras nuevas (o seminuevas, dada la larga carrera política de algunas de ellas) en Downing Street, donde el nuevo premier laborista británico mantuvo su primera reunión de gobierno.
Los ministros entrantes sonrieron y llegaron, como es tradición, a pie hasta la puerta del número 10, bajo la mirada de las cámaras y los periodistas apiñados, pero sin responder a ninguna pregunta.
La reunión de hoy, durante el fin de semana, tiene un carácter extraordinario, como inauguración de los trabajos, a la que seguirá un debate entre Strarmer y los medios de comunicación.
Entre las primeras en llegar, la viceprimera ministra Angela Rayner, considerada una de las exponentes más "izquierdistas" del grupo, la ministra de Hacienda Rachel Reeeves (figura moderada), y el jefe de Asuntos Exteriores, David Lammy.
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