El ganador, sin embargo, vuelve a ser el partido de los no votantes al detenerse la participación final, como en las elecciones europeas, por debajo del 50% de los votantes: el 47,71%, una fuerte caída respecto a la primera vuelta, cuando había sido del 62,83%.
Un dato alarmante, pero también endémico, como señaló el presidente del Senado, Ignazio La Russa. De los balotajes, subrayó el segundo más alto cargo del Estado, "se desprende un hecho que debe hacernos reflexionar: la doble vuelta no es salvífica y en realidad aumenta la abstención. A veces, incluso resultan elegidos quienes tienen menos votos absolutos que los que tuvo el adversario en la primera vuelta. Inaceptable".
Mientras tanto, la centroizquierda canta victoria, encabezado por la secretaria del Partido Demócrata (PD), Elly Schlein.
"Una victoria histórica para el PD y el campo progresista", dice la secretaria del PD, que reivindicó la victoria en Florencia, Bari, Campobasso, Perugia, Potenza y Cagliari.
"Es irrevocable: las ciudades rechazaron a la derecha gobernante", añadió, "y enviaron un mensaje claro a Giorgia Meloni. No más recortes sanitarios, no más salarios bajos y no más autonomías diferenciadas".
"Los ciudadanos premian los proyectos de acuerdo entre las fuerzas de la oposición -comentó el Movimiento 5 Estrellas (M5s) en una nota-, que no son fruto de la alquimia palaciega, sino de una convergencia que se está consolidando tanto en los pasillos parlamentarios como en las plazas. Es un hecho que nos reconforta y nos anima a continuar".
La secretaria del PD, una hora antes del cierre de los colegios electorales y desafiando la superstición, descolgó el teléfono para felicitar a los nuevos alcaldes de Florencia, Sara Funaro, y Bari, Vito Leccese (más tarde llamaría a los de Perugia, Vibo Valentia y Campobasso).
La victoria en las dos capitales regionales estaba en el aire. Un triunfo en las dos capitales regionales que estaba en el aire y que llegó con porcentajes abultados para el ex jefe de gabinete de Antonio Decaro, Vito Leccese, que se impuso a Fabio Romito con más del 70% de los votos.
Pero también para Funaro, que se convierte en la primera mujer al frente del Palazzo Vecchio con un 60% de los sufragios sobre el ex director de los Uffizi, Eike Schmidt, con el 39,4%.
Menos previsible fue el triunfo del campo amplio en Perugia con Vittoria Ferdinandi, de nuevo primera alcaldesa, que obtuvo el 59,12%, imponiéndose a su colega Margherita Scoccia.
Además, los resultados de las elecciones administrativas en las capitales de provincia también batieron un pequeño récord: nunca antes tantas mujeres habían sido alcaldesas. De hecho, 6 de las 14 mujeres son las primeras ciudadanas que dirigen otros tantos municipios en las capitales de provincia.
La izquierda tampoco dio por descontada la victoria de Vincenzo Telesca en Potenza, anulando el resultado de la primera vuelta con el 64% de los votos. La centroizquierda también salió ganadora en Cremona, pero por sólo 191 votos. Por otra parte, Hermanos de Italia afirmó haber arrebatado más municipios a la otra coalición: 4 a 3, señaló l responsable de la organización Giovanni Donzelli.
"Evidentemente, nos habría gustado ganar en todas partes", observó, "pero el balance de los balotajes sigue siendo positivo para nosotros".
E incluso la Liga, que en el consejo federal de mañana debatirá también el voto de las municipales, con el número dos del partido, Andrea Crippa, habla de una victoria de la Liga.
"La Liga -subrayó- siempre ha administrado bien. Lo confirman los excelentes resultados en el Véneto, las conquistas en Piamonte, como Vercelli, y la victoria en Lecce, en Apulia.
Solo podemos avanzar con más fuerza aún, trabajando por el bienestar de los territorios".
"Nuestra coalición cuenta ahora con más alcaldes en los ocho mil municipios de Italia", afirmó el líder de la formación azzurra, Maurizio Gasparri. Si se considera además el éxito del primer turno, sobre las 29 comunas capitales en voto, 17 son para la centroizquierda, 10 para la centroderecha y 2 para candidatos cívicos.
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