Un escenario inmediatamente rechazado por Ucrania y sus aliados occidentales. "No se puede confiar en Putin", dijo el presidente Volodimir Zelensky, equiparando al líder ruso con Hitler.
El líder del Kremlin habló el día en que la cumbre del G7 en Italia aseguró el apoyo a Ucrania "durante el tiempo que sea necesario" y reiteró la necesidad de una paz que respete la "integridad territorial" del país. Los Siete Grandes también expresaron su apoyo a la "Conferencia de Paz" que comienza mañana en Suiza con la participación de más de 90 naciones y organizaciones, a la que Rusia no fue invitada.
"Otro truco que pretende desviar la atención de todos de las causas de la crisis ucraniana", atacó Putin.
Las cuatro regiones de las que habló Putin (excluyendo implícitamente los objetivos hacia otras, incluida Odesa) son Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson. De ellos, solo Lugansk está controlado casi en su totalidad por los rusos, que han seguido avanzando en Donetsk durante meses.
Y, evidentemente, confiado en la dirección que ha tomado el conflicto, Putin dejó claro que si Kiev no acepta las condiciones establecidas, su situación sobre el terreno está destinada a empeorar. Las propuestas del presidente reflejan la situación actual, pero Kiev debe tener en cuenta que las circunstancias pueden cambiar, subrayó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
"Hoy estamos haciendo una verdadera propuesta de paz, no estamos hablando de congelar el conflicto, sino de su cese total", dijo Putin, hablando con funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores por primera vez desde 2021.
Tan pronto como Kiev comience la retirada de las tropas y anuncie su renuncia a unirse a la OTAN, "en el mismo minuto se dará la orden de cesar el fuego y comenzar las negociaciones", aseguró el presidente. Las negociaciones deberían conducir a "acuerdos internacionales" que establezcan también la "cancelación de todas las sanciones occidentales contra Rusia".
"Es lo mismo que hizo Hitler cuando dijo 'denme una parte de Checoslovaquia y se acabó'", respondió Zelensky. "Pero después -añadió- estuvo Polonia, luego la ocupación de toda Europa. Por eso no debemos confiar en estos mensajes, porque Putin sigue el mismo camino. Hoy habla de cuatro regiones, antes hablaba de Crimea y Donbas". Esta, añadió el líder ucraniano, es "la nueva cara del nazismo".
"Putin ha ocupado ilegalmente territorio soberano de Ucrania y no está en posición de dictarle a Ucrania lo que debe hacer para lograr la paz", comentó el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin. Mientras que para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la del líder ruso "no es una propuesta de paz, es una propuesta de mayor agresión y de mayor ocupación".
"No corresponde a Ucrania retirar las fuerzas del territorio ucraniano, corresponde a Rusia retirar sus fuerzas del territorio ucraniano ocupado", añadió el representante de la Alianza Atlántica.
Putin también comentó la posibilidad de confiscar parte de los activos rusos congelados en Occidente a favor de Ucrania, afirmando que sería "un robo que no quedaría impune". Mientras que la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova, definió el acuerdo bilateral de seguridad firmado ayer entre Zelensky y el presidente estadounidense Joe Biden al margen de la cumbre del G7 como solo "un trozo de papel" que "no tiene valor legal".
Mientras tanto, las regiones rusas cercanas a la frontera siguen siendo blanco de ataques de las fuerzas ucranianas, según informaron sus respectivos gobernadores.
En Kursk una persona murió y dos resultaron heridas. En Belgorod, cinco personas resultaron heridas en el derrumbe parcial de un edificio alcanzado por una bomba en la ciudad de Shebekino. El Ministerio de Defensa dijo que en la noche del jueves al viernes, 87 drones ucranianos fueron derribados sobre varias regiones rusas, incluidos 70 en Rostov.
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