Los tonos de la campaña electoral siguen vivos a pocos días del pitido final. La controversia sobre el 2 de junio sigue siendo el centro de las escaramuzas entre las partes. Tras los ataques lanzados por la Liga contra el presidente de la República, la primera ministra, Giorgia Meloni, rompió su silencio.
"Quienes quieren meterlo en riñas políticas son una falta de respeto hacia (Sergio) Mattarella", afirmó la premier italiana.
Palabras dirigidas al bando contrario y en particular al Partido Demócrata, que el Día de la República salió a la calle contra el sistema político en el que el presidente del Gobierno es elegido directamente por el electorado (premierato) y en defensa del papel del Quirinal.
Precisamente la reforma del premierato, según Meloni, "está en el fondo de la estrategia en la que se describen supuestas diferencias entre el Gobierno" y la presidencia (Colle). Estrategia -lanza directamente la primera ministra- con la que "paridades débiles continúan atrincherándose detrás del papel del jefe de Estado".
Por un lado, Meloni ataca frontalmente a la centroizquierda, manteniendo alto el nivel del choque. Por otra parte, intenta calmar la tormenta que sigue en marcha en la Liga tras los mordaces comentarios del senador Claudio Borghi y del líder Matteo Salvini sobre Mattarella y la soberanía europea.
"Me alegré mucho -precisó la premier- de que Salvini haya aclarado por qué era importante hacerlo el 2 de junio, cuando se deben evitar las polémicas".
Que había que evitar la controversia lo reconoce también el segundo cargo del Estado.
"Aquella de Borghi fue una salida inoportuna", comentó el presidente del Senado, Ignazio La Russa. El mismo parecer comparten Forza Italia y Noi Moderati. Y La Russa intenta echar agua al fuego. "La polémica -explicó- fue desmantelada por Matteo Salvini, quien confirmó su plena confianza en Mattarella".
El viceprimer ministro Salvini, después de haber bajado el tono ya la tarde del 2 de junio, vuelve a minimizarlo.
"No hay controversia con el presidente Mattarella, el presidente tiene mi respeto y el de la Liga", afirmó.
El líder afirmó que no recibió ninguna presión de la primera ministra, Giorgia Meloni, para bajar el tono. Pero su colega de partido, Borghi, que había pedido la dimisión del jefe de Estado, no piensa ni siquiera en bajar el tono de su ataque. Confirmó lo que dijo con motivo del Día de la República y continuó con su defensa de la "soberanía italiana".
"Hemos cedido un trozo de soberanía a la UE, pero en la Carta (Magna) no se habla de transferencia -insistió- sino de limitaciones".
Por lo tanto, ningún paso al costado. Ni siquiera por parte del general Roberto Vannacci, que interviene con seriedad sobre el tema.
"El papel del jefe de Estado -afirmó- es garantizar la Constitución, la expresión de líneas y opiniones políticas corresponde al gobierno y al Parlamento".
En un nuevo post, el general vuelve a evocar a la Décima Mas, unidad militar activa durante el fascismo. Para La Russa sigue siendo un error "traer la
Décima, formada por hombres que todavía tienen en su memoria la medalla de oro, aquellas de antes de la república social".
Pero el candidato independiente no es el único en las filas de la Liga en recordarla. La subsecretaria Pina Castiello, en un vídeo aparecido en las redes sociales, corta una tarta con una "x" y recuerda explícitamente la Décima, de la que la "x" es el símbolo.
Las oposiciones se levantan. Empezando por el Partido Demócrata (PD), que pide su dimisión. El presidente de demócrata, Stefano Bonaccini, volvió a la carga contra la Liga, comparando a Vannacci y Borghi con la derecha Afd. Y la secretaria Elly Schlein presiona: "Salvini está subiéndose sobre los espejos".
Para el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Giuseppe Conte, el ataque de Borghi es un "ataque indigno y desorganizado".
Para +Europa, la Liga trae "degradación institucional". Para Carlo Calenda, de Azione, entre los miembros de la Liga Norte "solo hay charlatanería".
Pero es siempre de las filas de Via Bellerio de donde surge otro meollo de la campaña electoral, que concierne a las futuras estructuras de las instituciones europeas y que involucra el futuro de Giancarlo Giorgetti. Hay rumores sobre un puesto como comisario, pero él explica: "Tengo trabajo que hacer, no voy a ir a Bruselas". Rumores también desmentidos por Meloni y Salvini.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA