"Me parece que hay un juego abierto en Estados Unidos, pero Italia es un aliado de Estados Unidos, no es un aliado de tal o cual presidente, son los estadounidenses quienes deben decidir quién los quiere liderar políticamente", aclaró hoy, en el programa de Mediaset "Mattino Cinque", el ministro de Asuntos Exteriores y viceprimer ministro de Italia, Antonio Tajani. Así comentó la sentencia contra el expresidente estadounidense, Donald Trump, que lo declaró culpable de los 34 cargos en el juicio por el dinero pagado a la estrella porno Stormy Daniels a cambio de su silencio por una relación sentimental que mantuvieron en 2016, en plena campaña presidencial.
Fue un "juicio espectáculo amañado" en un país "fascista" y orquestado por Joe Biden, con un fiscal "parcial" y un juez "corrupto" que "parece un ángel, pero es un verdadero diablo", así replica Trump tras el histórico veredicto de culpabilidad por el caso del soborno a la estrella del porno, primera condena penal contra un presidente estadounidense. El día después, el magnate reitera su inocencia anunciando un recurso de apelación y relanza sus ataques de 360 grados.
Lo hace con un espectáculo de 40 minutos desde el fuerte de su Trump Tower, desde donde en 2015 anunció su entrada en el campo político, en la ciudad donde construyó su fortuna y su éxito, pero que hace tiempo que le dio la espalda. Se trata hasta de un veredicto que podría cambiar el resultado de las elecciones presidenciales.
Afuera, dos multitudes opuestas, junto a turistas y curiosos: una, más grande, de sus seguidores, con el lema "ganamos" (en alusión a las elecciones de 2020 que el magnate cree que estaban amañadas); otro agitando carteles que decían "culpable". Es la foto de un país dividido por la mitad y la posible antesala de aquellos disturbios y violencia instigados en las redes por los seguidores del magnate: un escenario de "Civil War" ("Guerra Civil"), la reciente película sobre el futuro distópico de Estados Unidos.
La estrategia de Trump sigue siendo la misma: denunciar conspiración para aumentar las donaciones, presentándose en el sitio web oficial de la campaña como "un prisionero político".
Por ahora parece que está funcionando, ya que lleva recaudada la suma récord de 34,8 millones de dólares apenas unas horas después del veredicto.
Sin embargo, su red social Truth sufre y se desploma en bolsa.
"Todo viene de la Casa Blanca, de Joe Biden y su gente", acusó el magnate, definiendo a su rival como "el presidente más estúpido, incompetente y deshonesto de la historia".
Luego lanza los ataques contra el juez, el fiscal y un juicio "muy injusto" (a pesar de los 12 jurados lo declaramos culpable por unanimidad, más allá de toda duda razonable) y explicó que no había testificado porque "si dices algo ligeramente incorrecto, te procesarán por falso testimonio".
Pero en la Torre Trump hizo un soliloquio y no respondió a las preguntas de los periodistas. Donald también intentó dignificar su batalla personal: "Si me hacen esto, se lo pueden hacer a cualquiera. Todo esto es más importante que yo y mi presidencia, estoy luchando por nuestra Constitución. A ningún presidente debería sucederle eso".
"Eso me está pasando a mí", concluyó, y reiteró que "el día más importante de la historia de Estados Unidos será el próximo 5 de noviembre", día de las elecciones, cuando se conocerá "el verdadero veredicto".
"Trump amenaza la democracia y pone en duda nuestro sistema de justicia", comentó en X (ex Twitter) Biden. "Lo que pasó ayer en Nueva York demuestra que nadie está por encima de la ley...
decir que un juicio está amañado cuando no nos gusta el veredicto es peligroso e irresponsable", declaró el presidente, cuya campaña corre el riesgo de verse socavada por los dos juicios que le esperan a su hijo Hunter (en junio por posesión ilegal de armas y en septiembre por evasión fiscal).
Su entorno agregó: "Estados Unidos acaba de ver a un Donald Trump confundido, desesperado y derrotado, despotricar sobre sus quejas personales y mentir sobre el sistema de justicia estadounidense... Conmocionado por su derrota electoral de 2020 y tambaleándose por sus convicciones criminales, Trump está consumido por los suyos. Sed de venganza y retribución, causando estragos, atacando el Estado de derecho, y luchando por lo único que le importa en el mundo: Donald Trump".
Los republicanos, por otra parte, con algunas raras excepciones, apoyan a su líder. Empezando por el presidente de la Cámara, Mike Jonhson, que, a pesar de su papel institucional como tercer cargo más alto del Estado, deslegitimó el proceso y acusó a Biden de haber "explotado la justicia", pidiendo incluso una intervención del Tribunal Supremo. Solidaridad también de su hija Ivanka (que publicó una foto de ella cuando era niña en brazos de su padre con la inscripción "Te amo") pero silencio de Melania. El apoyo interno de Elon Musk, mientras que en el extranjero, el magnate fue defendido por el Kremlin ("una conspiración política") y por el primer ministro húngaro, Viktor Orban, así como por el viceprimer ministro de Italia, Matteo Salvini.
Los expertos están divididos sobre los efectos de la condena, especialmente entre las mujeres, pero las encuestas indican que ya en los últimos meses una parte del electorado estaba dispuesta a revisar su voto en caso de condena en uno de los cuatro procesos: un porcentaje variable, pero potencialmente decisivo en un duelo cara a cara incluso en estados indecisos.
La sentencia -la improbable pena de prisión de hasta un máximo de cuatro años, arresto domiciliario o multa- se decidirá el 11 de julio: durante la cumbre de la OTAN en Washington, con un desfile de líderes extranjeros, y cuatro días antes de la convención republicana.
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