Según las primeras investigaciones, el portavoz militar Daniel Hagari afirmó que "los dos pequeños misiles por sí solos no habrían sido suficientes para iniciar el fuego". Además, "el complejo atacado se encuentra a más de un kilómetro de la zona humanitaria de Mawasi". El portavoz explicó luego que los dos comandantes de Hamás, Yassin Rabia y Khaled Naggar, habían sido "rastreados" antes del ataque "en el complejo del barrio de Tel Sultan, en la parte occidental de Rafah".
"Según los servicios de inteligencia de las FDI - prosiguió - la zona había sido utilizada para actividades de Hamás mediante el uso de lanzacohetes a algunas decenas de metros del lugar donde fueron abatidos los dos comandantes".
Hagari dijo más tarde que "el ataque no tenía como objetivo dañar a ningún civil y se habían tomado medidas de antemano para garantizar que no hubiera mujeres ni niños en el complejo de Hamás".
Según la misma fuente, "los aviones de combate israelíes también utilizaron en el ataque dos pequeños misiles, cada uno con una ojiva de 17 kilogramos (37 libras), en un intento de evitar víctimas civiles, dada la proximidad al campo de desplazados palestinos".
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