Tras arrebatar en ese momento la mayor ciudad turca al movimiento político de Erdogan, que la había gobernado por más de dos décadas, Imamoglu fue reconfirmado también cinco años después, con 300 mil votos más que en su primera victoria y superando a su oponente por un millón de votos.
Un resultado que ha fortalecido la percepción, ampliamente compartida en Turquía, de que podría ser el único líder de la oposición capaz de vencer a Erdogan en las elecciones presidenciales, programadas para 2028.
Imamoglu nació en 1970 en la provincia de Trabzon, en la costa del Mar Negro, a más de 1000 kilómetros de distancia de Estambul.
Durante su juventud se destacó como portero amateur en un equipo de fútbol en la parte norte de Chipre, reconocida exclusivamente por Ankara, donde estudió ingeniería civil en la Universidad Americana de Girne y luego continuó sus estudios en la ciudad del Bósforo, adonde se había trasladado su familia.
Después de obtener su licenciatura en administración de empresas y una maestría en gestión de recursos humanos, trabajó en el negocio de construcción de su familia, manteniendo siempre vínculos con el mundo del deporte y con Trabzon, donde formó parte del consejo de administración de los equipos locales de fútbol y baloncesto.
Decidió entrar en la política en 2008, convirtiéndose en miembro del Partido Republicano del Pueblo (CHP), del fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk, laico y de orientación centro-izquierda.
Dentro del partido, avanzó en su carrera y en 2014 derrotó al candidato de Erdogan en las elecciones locales para la municipalidad de Beylikduzu, un barrio periférico en la orilla europea de Estambul.
Cinco años después, se convirtió en el alcalde de toda la ciudad tras unas elecciones que Erdogan no reconoció y pidió volver a realizar. Imamoglu confirmó su victoria en los nuevos comicios, con una ventaja aún mayor.
Siempre ha contado con la solidaridad de Mansur Yavas, otro candidato de su partido que en la misma elección de 2019 conquistó Ankara y hoy ha sido reconfirmado en la capital con un plebiscito. Yavas también es considerado otro gran líder de la oposición capaz de vencer al Sultán.
Carismático y seguro de sí mismo, Imamoglu logra comunicarse no solo con los laicos, sino también con los religiosos y conservadores, una parte de la sociedad que su partido tradicionalmente ha ignorado. Suele usar un tono conciliador y positivo, a diferencia de la retórica dura y polarizante de Erdogan.
También ha demostrado apertura hacia la parte kurda de la sociedad, que lo ha apoyado en dos elecciones consecutivas. Su único "esqueleto en el armario" es una condena de dos años y ocho meses y la exclusión de la vida política por insulto a un funcionario público, que se le impuso en 2022 por algunas declaraciones cuando no se aceptó su primera victoria en Estambul.
El asunto aún está pendiente y su carrera política podría estar en riesgo si el Tribunal de Apelaciones confirma la sentencia.
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