Roberto Scaini, miembro del equipo de Médicos Sin Fronteras que trabaja en el hospital Al-Aqsa, de Gaza, contó hoy que es difícil describir cómo es la situación en la Franja, "un escenario donde se juega el juego de la masacre, donde se está perdiendo cualquier concepto de humanidad".
"La gente intenta escapar de esta loca guerra, pero sabe que no hay ningún lugar al que pueda escapar. Nadie puede salir de la Franja de Gaza", manifestó el médico italiano en un video.
"Dentro del hospital hay cientos de pacientes en cada rincón: en el suelo, en las escaleras, en los pasillos. Incluso es difícil entender quién sigue vivo y quién está muerto. Junto a los heridos viven en el hospital cientos de personas que buscaron refugio aquí. Un refugio que no existe, porque sabemos muy bien que cualquier estructura es un objetivo. Los hospitales también fueron atacados, algunos literalmente arrasados", reveló.
"En la sala utilizada como depósito de cadáveres -explicó- llegan restos de cuerpos de familias enteras, guardados en bolsas. Ahí no sólo hay restos de cadáveres, sino también los últimos restos de esperanza, los últimos restos de dignidad y de humanidad. La ciudad de Deir el Balah está literalmente invadida por gente que busca ese refugio que no existe", prosiguió Scaini.
El médico precisó que "no hay refugio, no hay lugar seguro.
Viven acampados lo mejor que pueden, algunos ni siquiera en tiendas de campaña, sino en estructuras temporales de plástico que hay en cada rincón. No hay espacio en ninguna parte".
"La gente huyó del norte y se refugió en las zonas central y meridional, donde la amenaza de ataque es ahora inminente. A menudo me veo obligado a bajar los ojos cuando miro a la gente, cuando veo la desesperación en sus rostros. Parece que aquí hasta la esperanza fue asesinada junto con los inocentes, los mismos niños deambulan por la ciudad buscando algo. Es una situación humanamente devastadora".
"En los hospitales falta de todo: gasas, medicamentos, anestésicos. Los pacientes son tratados en el suelo, la sala de urgencias se ha convertido en un lugar absolutamente indescriptible, donde hay cuerpos por todas partes. Mis compañeros trabajan incansablemente, están agotados, caminan como zombis tratando de hacer lo que pueden. Parece un despacho de una guerra en la Edad Media, pero en realidad es de una guerra que ocurre atrozmente en 2024", concluyó.
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