"Esas acciones tienen un patrocinador", dijo el portavoz del partido gobernante AKP de Turquía, Omer Celik.
Se trata de declaraciones que van en la línea de las dudas suscitadas por el presidente ruso, Vladimir Putin, para quien el ataque fue, en realidad, perpetrado por "extremistas islámicos", pero las investigaciones deben tener como objetivo desenmascarar a los "instigadores".
El mandatario ruso ya evocó la posible responsabilidad de Kiev.
Las declaraciones del Comité Federal de Investigación sintonizan, pero, hasta el momento, al igual que Putin, se abstuvo de acusar directamente al gobierno ucraniano y anunció que continúan las investigaciones para "verificar" una posible implicación de los servicios secretos ucranianos "en la organización y financiamiento" de la acción.
Pero los portavoces del partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijeron estar convencidos de que ISIS "no es capaz de llevar a cabo tal organización por sí solo".
Un ataque como el de Moscú "no puede ocurrir sin el apoyo de la inteligencia de algún país", añadió Celik.
La investigación rusa sobre el ataque, que según un balance actualizado causó 144 muertos y más de 180 heridos -de los cuales 69 siguen hospitalizados-, desencadenó hasta el momento la detención de nueve hombres, todos tayikos o de origen tayiko, incluidos los cuatro acusados de llevar a cabo materialmente el ataque.
El Tribunal de Distrito de Basmanny de Moscú convirtió hoy en arresto la detención del noveno sospechoso, Nazrimad Lutfulloi, de 24 años.
Su historia es diferente a la de los demás sospechosos.
El joven, de hecho, fue detenido cuando se encontraba cerca de la sala de conciertos, 24 horas después de la masacre, por haberse enfadado cuando los agentes le pidieron que mostrara sus documentos.
Pero ahora el juez lo acusa de haber participado en la financiación de terroristas.
Según la abogada de Lutfulloi, Margarita Khoreva, su cliente admitió parcialmente su culpabilidad.
Los servicios de seguridad de Tayikistán también colaboran en la investigación.
Quince personas fueron detenidas en la capital, Dushanbe, y se están verificando "vínculos con las personas que llevaron a cabo el ataque", dijeron fuentes de investigación locales a la agencia de noticias rusa Ria Novosti.
Por ahora, las acusaciones contra ellos se refieren a la preparación de ataques en Tayikistán durante las vacaciones del Año Nuevo persa, el Nowruz, que comenzó el 20 de marzo.
Las detenciones, subrayaron las mismas fuentes, se produjeron antes de esa fecha y, por lo tanto, antes de la masacre de Moscú, ocurrida el pasado 22 de marzo.
Mientras, en el frente diplomático, se abrió un nuevo caso en el actual conflicto entre Rusia y Occidente, luego de que Moscú vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pretendía extender el mandato de la comisión que monitorea las violaciones a las sanciones de Corea del Norte.
Una decisión que llega tras las acusaciones formuladas por Estados Unidos y otros países occidentales contra Pyongyang de suministrar a Rusia armamento y municiones para utilizarlas en el conflicto de Ucrania.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, dijo que las sanciones de la ONU contra Corea del Norte "no ayudaron a mejorar la situación de seguridad en la región".
Actualmente, continuó, se está produciendo una nueva "escalada en la región, provocada por las actividades militares cada vez más agresivas de Estados Unidos y sus aliados".
Moscú, sin embargo, seguirá "desarrollando relaciones amistosas" con Corea del Norte, añadió Zakharova.
Por su parte, Corea del Sur reaccionó calificando de "irresponsable" el veto de Rusia.
Mientras que China, que se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad, dijo que se opone a lo que llamó "un apoyo ciego a las sanciones", estimando, en sintonía Rusia, que no pueden ayudar a resolver "la situación actual en la península de Corea".
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