En ese sentido, pidieron al gobierno de Teherán "que se abstenga, ya que hacerlo contribuiría a la desestabilización regional y representaría un aumento material sustancial en su apoyo a la guerra de Rusia".
De lo contrario, advirtieron también en un comunicado, "estamos preparados para responder rápida y coordinadamente, incluso con medidas nuevas y significativas".
"Reiteramos nuestro llamamiento a terceros para que dejen inmediatamente de proporcionar apoyo material a la guerra de agresión ilegal e injustificable de Rusia contra Ucrania, de lo contrario se enfrentarán a graves costes", se lee en la declaración de los líderes del G7.
También aprovecharon para subrayar que la guerra de Rusia en Ucrania representa "una agresión que constituye una violación flagrante del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas".
Si Irán continúa con el suministro de misiles balísticos o tecnologías relacionadas a Rusia, "estamos listos para responder rápidamente y de manera coordinada, incluso con nuevas y significativas medidas contra Irán", concluyó la declaración.
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