(ANSA) NUEVA YORK - En Estados Unidos, la mayoría de los casos de asesinato sin resolver involucran casos en los que las víctimas son afroamericanas. Así lo indica una investigación publicada en la revista Criminology, basada en cientos de miles de casos de asesinato durante las últimas tres décadas realizada por Gian Maria Campedelli, de la Fundación Bruno Kessler de Trento.
El análisis de los datos indica que cuando la víctima es afroamericana la probabilidad de resolver un caso se reduce del 3,4% al 4,8% de los casos.
Una disparidad, indica la investigación, que ha aumentado de forma moderada, pero significativa durante las tres décadas examinadas, es decir, de 1991 a 2020. La diferencia, según la investigación, es ligeramente mayor para los hombres.
Con un enfoque estadístico causal, el artículo aborda un tema espinoso y debatido durante mucho tiempo: si es cierto que los casos de asesinato con víctimas afroamericanas tienen menos probabilidades de resolverse.
Los intentos de abordar este problema se remontan a la década de 1970.
Campedelli aplicó metodologías estadísticas utilizando dos fuentes: el conjunto de datos curado por el Murder Accountability Project, que cuenta más de medio millón de casos, y el conjunto de datos del Sistema Nacional de Informes Basado en Incidentes del FBI.
En el mayor de los dos conjuntos de datos, curado por Murder Accountability Project, de 1991 a 2020 hubo un total de 257.000 víctimas negras en Estados Unidos (264.000, sin embargo, fueron víctimas blancas en el mismo período).
En este contexto - según el investigador - el factor racial emerge sustancialmente: los modelos estiman que, dada la muestra de víctimas negras, se han resuelto entre 8.700 y 12.300 asesinatos menos en las últimas tres décadas en comparación con la muestra de víctimas blancas.
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