En una entrevista con el periodista Pavel Zarubin de Rossiya-1 TV, el jefe del Kremlin abordó diversos temas, desde la carrera por la Casa Blanca hasta la guerra en Ucrania, pasando por su reciente y larga conversación con el periodista estadounidense Tucker Carlson.
Rusia está dispuesta a trabajar con cualquier presidente estadounidense, aseguró Putin, señalando que sería "incorrecto interferir" en la campaña estadounidense. Al mismo tiempo, sin embargo, eligió al líder ideal. Biden "tiene más experiencia y es más predecible. Es un político de la vieja escuela", dijo el líder del Kremlin, añadiendo que, en cambio, "a Trump se le ha llamado un político no sistémico, tiene su propia opinión sobre cómo Estados Unidos debería desarrollar las relaciones con sus aliados".
Y hablando de aliados, el mandatario ruso habló también de la OTAN. "Creo que no sirve para nada, no tiene sentido. Hay solo un punto: es un instrumento de la política exterior estadounidense". Y, sin embargo, advirtió, Rusia sigue preocupada por la perspectiva de que Ucrania también se una a la Alianza Atlántica.
"Estábamos preocupados y todavía lo estamos por la posibilidad de que Ucrania se involucre en la OTAN, porque sería una amenaza para nuestra seguridad", afirmó, manteniendo también respecto a la guerra que "lo único que podemos lamentar es no haber iniciado nuestras acciones activas anteriores, creyendo que estábamos tratando con buena gente".
El presidente ruso, como informó la Tass sobre los contenidos de la entrevista, también habló de su reciente y controvertido encuentro cara a cara con Tucker Carlos.
El periodista estadounidense fue definido como "un hombre peligroso", porque el líder del Kremlin imaginaba que "se comportaría de modo agresivo haciendo preguntas consideradas cortantes". Y "no sólo estaba preparado para esto, sino que lo quería, me daría la oportunidad de responder de la misma manera, de manera abrupta".
En cambio, añadió Putin, el ex presentador de Fox "optó por una táctica diferente, intentó interrumpirme varias veces, pero, sorprendentemente, para un periodista occidental, fue paciente, escuchó mis largos discursos, especialmente los relacionados con la historia, y no me dejó hacer lo que estaba dispuesto a hacer".
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