(ANSA) - ROMA 20 NOV - El Plan de Acción está listo, solo
falta la firma de los Jefes de Gobierno sobre las directrices
con las que Italia y Alemania gestionarán una cooperación
política reforzada.
Lo expondrán en la cumbre intergubernamental de este
miércoles en Berlín, lo que también podría ser un punto de
inflexión en las negociaciones sobre el nuevo Pacto de
Estabilidad.
La gripe que afectó a Giorgia Meloni (causa por la que
Sergio Mattarella pospuso el Consejo Supremo de Defensa), por el
momento, no parece destinada a cambiar los programas.
La premier (que también participará en la cumbre virtual del
G20 desde Alemania) estará acompañada por medio gobierno,
empezando por el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, que
en Alemania mantendrá una conversación con su homólogo germano,
Christian Lindner, tras haberse reunido en las en París con su
colega francés Bruno Le Maire.
En esta triangulación reside buena parte de las
posibilidades de alcanzar un acuerdo sobre las nuevas reglas de
estabilidad y crecimiento antes de fin de año.
En la búsqueda de un acuerdo digerible tanto para los países
llamados frugales como para aquellos que piden más flexibilidad,
la clave está en el monto de reducción promedio anual de la
deuda de los que más tienen.
Se necesita tiempo para acercar a las partes. Como era de
esperar, está previsto un Consejo Ecofin extraordinario, pero no
a fines de noviembre: el examen de la propuesta legislativa
española sobre la reforma se realizará en una cena la tarde del
7 de diciembre, víspera del Consejo Económico de la UE.
"Seguramente hablaremos también sobre el nuevo Pacto de
Estabilidad con nuestros amigos alemanes", explicó el viceprimer
ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani,
reiterando la necesidad de que "los contenidos del acuerdo no
cause daños a la economía".
Solo un acuerdo que vaya en esta dirección podría, según las
intenciones de Roma, dar lugar a evaluaciones diferentes del
proyecto, cuya ratificación está prevista para el miércoles en
la Cámara pero con altas probabilidades de ser nuevamente
aplazada.
En tanto, en el Palacio Chigi se aplaude la prórroga de seis
meses decidida por la Comisión de la UE para algunas secciones
del marco temporal sobre ayudas estatales contra los altos
costes energéticos, implementado después de la guerra en
Ucrania.
"Recibo con satisfacción -comentó la primera ministra- la
petición, formulada en primer lugar por Italia, de permitir una
fase de salida gradual y sostenible de las medidas de apoyo
adoptadas por el gobierno en los últimos meses".
Desde una perspectiva amplia de cooperación, el tema central
de la cumbre entre Meloni, el canciller alemán, Olaf Scholz, y
los respectivos ministros de Asuntos Exteriores, Economía,
Interior, Defensa, Trabajo e Investigación será el nuevo
acuerdo, cuyas bases fueron puestas por los dragones del
gobierno.
Un pacto comparable al Tratado del Quirinale que ya une a
Roma y París, o al de Aquisgrán entre Francia y Alemania. Se
completa así la triangulación entre los tres grandes países
fundadores de la UE, siete años después de la última cumbre
intergubernamental Italia-Alemania.
Y este instrumento diplomático podría resultar útil, sobre
todo ahora que en Roma hay un gobierno conservador y en Berlín
uno socialdemócrata, que están superando el frío inicial, hasta
el punto de que Scholz mira con interés el protocolo
Italia-Albania sobre los inmigrantes.
Un tema destinado con toda probabilidad a entrar en el turno
de preguntas al que Meloni podría responder el jueves por la
tarde en el Senado.
Otro acontecimiento en una semana intensa, en la que mañana
también está marcado con un círculo rojo: se espera el examen
por parte de la Comisión de la UE del plan presupuestario de
Italia para 2024.
El dictamen se basa en la adhesión de la maniobra del
gobierno Meloni a las recomendaciones de mayo. Un paso clave
para el ejecutivo, mientras se prepara para llegar al corazón
del proceso en el Senado, cuando expira el plazo para presentar
enmiendas.
La oposición está preparando cientos de ellas: "El miércoles
presentaremos nuestra maniobra alternativa a la dirección
nacional del Partido Demócrata", explicó la secretaria Elly
Schlein.
Sin embargo, como es sabido, el texto está sustancialmente
blindado.
El acuerdo mayoritario debería mantenerse, sin cambios,
excepto una importante enmienda gubernamental, que podría
incluir un ajuste a las pensiones de los médicos. (ANSA).
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