Algunos rehenes secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre fueron trasladados al hospital de Al Shifa, bajo cuyo complejo se descubrió no sólo un túnel de diez metros de profundidad, sino también una sala de control de la milicia en el segundo subsuelo de uno de los edificios.
Así lo anunció el ejército israelí, que difundió un vídeo en el que se puede ver a dos de los secuestrados en el interior del centro sanitario. Allí donde también encontraría la muerte la soldado Noa Marciano.
El portavoz militar Daniel Hagari ilustró los resultados de días y días de extensas búsquedas e investigaciones dentro y fuera del campus del hospital, y toda la zona sigue bajo la mira de las fuerzas armadas israelíes con el objetivo de encontrar nuevas pruebas.
Los rehenes que aparecen en el vídeo fueron identificados: se trata de "un nepalí y un tailandés", arrastrados por la fuerza al hospital y filmados por cámaras de vigilancia "entre las 10.42 y las 11.01" del 7 de octubre.
Mientras que el túnel construido por los milicianos y descubierto por los soldados israelíes tiene 55 metros de largo bajo el complejo hospitalario.
Se accede a él a través de una profunda escalera y está equipado con varios sistemas de defensa, incluida una puerta antiexplosiva y un orificio para disparar en el exterior.
El descubrimiento se produjo debajo de un cobertizo, junto a un vehículo que contenía numerosas armas, incluidos lanzagranadas, explosivos y rifles Kalashnikov".
El túnel aún está en gran medida inexplorado y los soldados israelíes continúan buscando su camino.
La OMS definió el hospital como "zona de muerte" y anunció su intención de evacuar a todos los pacientes y al personal sanitario del hospital.
Se trata de 291 pacientes y 25 trabajadores sanitarios, mientras que los 31 niños nacidos prematuramente ya salieron -según el director general del hospital, Mohammad Zaqout- acompañados "por tres médicos y dos enfermeras".
Sobre el terreno, las fuerzas armadas israelíes están consolidando cada vez más el control de la parte norte de la Franja, y el jefe del Estado Mayor del ejército, Herzi Halevi, aprobó planes para la continuación de la operación terrestre.
Fuentes palestinas y de Hamás anunciaron que nuevas incursiones israelíes han causado decenas de víctimas.
Según la agencia Wafa, 15 palestinos murieron en un ataque contra los campos de refugiados de Nuseirat, en el norte de la Franja, y Khan Yunis, en el sur.
El ministerio de Salud de Hamás informó más tarde que 41 miembros de una sola familia perdieron la vida en un ataque israelí contra su casa en Gaza City. Pero el ejército objetó que se descubrieron 35 entradas de túneles militares durante registros de apartamentos de funcionarios de Hamás en los distritos de Sheikh Ajlin y de Rimal, en Gaza City.
Además, aunque Rimal es considerada una zona esencialmente residencial, en su interior -prosiguió- se encontraron diversas infraestructuras de Hamás, incluidas posiciones para el lanzamiento de cohetes.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a atacar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), afirmando que "el ministerio de Asuntos Exteriores palestino publicó una impactante declaración en la que niega que Hamás sea responsable de la terrible masacre en la rave en el Kibbutz Reim, atribuyéndolo a Israel".
Una polémica que surge de un artículo de Haaretz que cita fuentes policiales -que negó- según las cuales "un helicóptero israelí, disparando contra terroristas, atropelló accidentalmente a algunos participantes del festival".
Por último, la tensión en Cisjordania y en la frontera con el Líbano sigue siendo muy alta. En la Franja, según el ministerio de Sanidad de Hamás, las muertes por ataques israelíes alcanzaron las 13.000, entre ellas más de 5.500 menores y 3.500 mujeres.
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