Massa y Milei, la hora de la verdad

Alta tensión por la segunda vuelta presidencial de Argentina

La hora de la verdad, las urnas dictan sentencia en Argentina (foto: ANSA)
La hora de la verdad, las urnas dictan sentencia en Argentina (foto: ANSA)

(ANSA) - BUENOS AIRES, por Patrizia Antonini- Argentina llega polarizada a la hora de la verdad, con la elección presidencial transcurriendo en un clima de tensión e incertidumbre como nunca se había visto en cuarenta años de democracia.
    Una división que en las últimas horas ha recorrido el país, proyectándose desde las plazas hacia los lugares sagrados de la cultura, partiendo al público del Teatro Colón, uno de los escenarios más populares del mundo, con cantos y silbidos de protesta, pero también con vítores de estadio que golpeó al candidato ultraliberal Javier Milei, enfrascado en un enfrentamiento electoral contra el exponente del peronismo de centroizquierda y actual ministro de Economía, Sergio Massa.

Javier Milei (izquierda) y Sergio Massa (derecha) durante el debate presidencial


    Entre cánticos de "Nunca más" -la frase emblemática que da nombre al informe sobre los crímenes de lesa humanidad de la dictadura militar- y "Milei, basura, sos la dictadura"), en un estrépito de aplausos, gritos, silbidos y alguien que desde el foso de los músicos tocó un fragmento de la "Marcha peronista", el espacio del Colón se transformó en la representación plástica de la crisis en la que ha caído el país. Mientras que, según un guión ya visto en Brasil con el expresidente soberanista Jair Bolsonaro, las patrullas ultraderechistas de Milei también lograron sembrar dudas sobre un posible fraude.
    De hecho, no es un dato despreciable que menos de veinticuatro horas antes de la apertura de las urnas, la Cámara Electoral argentina convocó a los delegados de las fuerzas políticas en competencia, para "preservar la convivencia democrática". Mientras que el secretario de ese cuerpo, Sebastian Schimmel, intentó tranquilizar a los electores desde los micrófonos de radio y televisión, explicando que las acusaciones de "fraude colosal" en la primera vuelta del 22 de octubre, con la participación de la gendarmería, que circularon en las redes sociales, son "infundadas" y representan una narrativa destinada únicamente a "crear un clima de desconfianza".
    Pero el desánimo -explican las voces en la calle- surge también de la necesidad de elegir entre el exponente de un gobierno que ha llevado a Argentina a una de sus crisis económicas más graves, y un aficionado a la política de ultraderecha, que habla con el perro muerto y actúa como una estrella de rock. "Más una broma que una duda a lo Hamlet", resume el gerente de un quiosco del microcentro de Buenos Aires, vaciado por la debacle financiera y la pandemia.
    Para echar una mano a Massa, que en varias ocasiones durante su campaña ha reivindicado sus raíces italianas como un valor, haciendo un guiño a los millones que descienden aquí como él, llegó el llamamiento de la secretaria del Partido Demócrata (PD), Elly Schlein, a quien llamó a la elección "un partido fundamental para el futuro de Argentina". Como ella se habían expresado en los últimos días los presidentes progresistas de Brasil, México y Colombia, así como el jefe de gobierno de España, Pedro Sánchez.
    En cambio, para hacer respaldo Milei intervino Eduardo Bolsonaro, exdirector de campañas de su padre, quien desde su cuenta X escribió: "Argentinos, no dejen que su país sea la próxima Venezuela. Está en sus manos". (ANSA).