El frente del Líbano siempre más intenso

Se intensifican los ataques de Hezbolá.

Combates y disparos entre el ejército de Israel y Hezbolá en l afrontera con Líbano (foto: ANSA)
Combates y disparos entre el ejército de Israel y Hezbolá en l afrontera con Líbano (foto: ANSA)

(ANSA) - TEL AVIV, por Aldo Baquis - Siempre más intenso el frente del Líbano, donde se multiplican los ataques de las posiciones de Hezbolá a las que Israel responde con bombardeos cada vez más insistentes contra los centros de la milicia chiíta.
    Y las últimas horas marcaron lo que parece ser una escalada, con el sonido de las sirenas de alarma casi incesantes. Escenas de guerra en el confín suceden ya cotidianamente en la Alta Galilea. Se trata de una guerra de fricción iniciada con el lanzamiento desde el Líbano meridional de disparos de mortero, luego cohetes antitanque, drones y aeronaves sin piloto.
    Finalmente, también misiles.
    Al comienzo la profundidad de las agresiones era de centenares de metros, pero ahora se pasó a algunos kilómetros.
    Y, a veces, la alarma se hace sentir en San Juan de Acre (AKKO) y en los suburbios de Haifa, a casi 80 kilómetros de las rampas de lanzamiento del Hezbolá libanés, cuyo objetivo es obligar a Israel a mirar más el frente norte para que reduzca la presión sobre Hamas en la Franja de Gaza.
    Decenas de localidades israelíes cercanas a la frontera fueron desalojadas porque quien sale al descubierto está teóricamente expuesto al fuego de los milicianos chiítas. Los desplazados suman entre 50-60 mil. Y dicen a las claras al gobierno que no retornarán a sus casas mientras la 'Fuerza Redwan' permanezca al otro lado de la frontera, es decir, la unidad de élite de Hezbolá que en el pasado ha llevado a cabo ejercicios para ocupar lugares dentro del territorio israelí.
    La tensión también es muy alta en el lado libanés. En respuesta a los ataques de Hezbolá, los bombardeos israelíes en el sur del país fueron intensos. La agencia gubernamental habla de una decena de zonas afectadas, desde la zona costera del Mediterráneo hasta la llanura de Hula en el interior. La situación fue examinada en una conversación entre el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y el ministro de las Fuerzas Armadas francesas, Sebastien Lecornu.
    Dado el histórico ascenso de París en la compleja escena política del Líbano, Israel espera obtener asistencia para evitar que la situación se salga de control. Gallant lamentó "las constantes violaciones por parte de Hezbolá de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que puso fin al conflicto de 2006". También deseó que "la comunidad internacional contribuya a la estabilidad regional y actúe como elemento disuasivo contra las organizaciones terroristas". Lecornu coincidió en que se debe evitar una escalada regional. "En lo que respecta al Líbano -agregó- ninguno tiene interés en alterar la estabilidad".
    Y en estas circunstancias la tarea de la ONU y de la FINUL (Fuerza de paz en el sur del Líbano) es más que nunca "de suma importancia". Pero más allá de las frases diplomáticas, los habitantes de Rosh ha-Nikra, Shlomi y Kiryat Shmone (todas localidades israelíes cercanas a la frontera) se preguntan cómo regresar a sus hogares hasta que los milicianos de Hezbollah en el sur del Líbano sean rechazados hacia el norte. del río Litani.
    Los analistas israelíes indican dos caminos posibles a este respecto: o un acuerdo entre Estados Unidos e Irán o una vasta operación terrestre por parte del ejército israelí. De momento ni lo uno ni lo otro parecen probables.
   

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