Proclamada por las dos mayores centrales sindicales.
(ANSA) ROMA - Italia vive hoy una jornada de huelga general, convocada por las dos principales centrales sindicales contra la política económica y social del gobierno de la premier Giorgia Meloni, que incluye masivas manifestaciones en las principales ciudades del país.
La huelga de actividades incluye un paro de actividades del transporte público solo por la mañana, de 9 a 13 horas, luego de que el gobierno apelara a un mecanismo constitucional para limitar la protesta en los servicios esenciales.
"Estamos aquí porque representamos a la mayoría de este país, de los que pagan impuestos y con su trabajo mantienen el país en pie y que hoy no están siendo escuchados por este gobierno", dijo el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, una de las centrales que convocó a la huelga, en el acto central de Roma, realizado en la tradicional Piazza del Popolo.
"Somos nosotros los que con nuestros impuestos pagamos también los sueldos de los que están en la política y en el Gobierno", añadió.
Por su parte, Pierpaolo Bombardieri, líder de la UIL, la otra confederación que convocó a la huelga, dijo que la protesta "es una respuesta democrática de la gente que sufre, es una respuesta democrática al acosto institucional. Debemos tener respeto por los trabajadores".
La jornada prevé manifestaciones en Florencia, Perugia, Ancona, Ascoli Piceno, Pesaro, Fermo, Macerata, Lanciano, Campobasso y Roma.
En la convocatoria a la huelga, las centrales obreras sostienen que es para "aumentar los salarios, ampliar los derechos y oponerse a una ley presupuestaria que no frena el dramático empobrecimiento de trabajadores, obreros y pensionados y no ofrece un futuro a los jóvenes".
La huelga es convocada "en apoyo de otra política económica, social y contractual, que no solo es posible sino necesaria y urgente. Basta ya!".
Por su parte, el ministro de Transporte, Matteo Salvini, que fue quien apeló a la llamada "Comisión de Garantía" para limitar la huelga en el transporte público, dijo estar orgulloso de que "20 millones de italianos puedan circular libremente porque el derecho a la huelga de una minoría no puede vulnerar el derecho al trabajo de la mayoría'.
Su colega de Trabajo, Marina Calderone, consideró "legítimo que los sindicatos expresen sus preocupaciones también a través de una huelga, porque es un derecho afirmado y reafirmado por nuestro ordenamiento jurídico. Creo que debe hacerse de forma ordenada".
Pero la huelga, agregó la ministra, "no excluye el diálogo y también, sobre todo por nuestra parte, por parte del Gobierno, la voluntad de escucha que ha habido en los últimos meses y sobre todo creo que debe caracterizar también los meses y años venideros". (ANSA).