Experto ONU, el agua no puede ser arma de guerra

Advertencia del Relator Especial sobre derechos humanos

(ANSA) - ROMA, 17 NOV - "Israel debe dejar de utilizar el agua como arma de guerra" y debe permitir la entrada de agua potable y combustible a Gaza para activar la red de suministro de agua y las plantas desalinizadoras en el enclave asediado, antes de que sea demasiado tarde, advirtió hoy un experto de Naciones Unidas.
    "Cada hora que pasa mientras Israel impide el suministro de agua potable a la Franja de Gaza, en abierta violación del derecho internacional, pone a los habitantes de Gaza en riesgo de morir de sed y de enfermedades relacionadas con la falta de agua potable", apuntó ante periodistas Pedro Arrojo-Agudo, Relator Especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos vinculados al agua potable y el saneamiento.
    La Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (OOPS) ha anunciado que el agotamiento total del combustible en Gaza está teniendo consecuencias catastróficas, incluido el colapso del suministro de agua, saneamiento, alcantarillado, telecomunicaciones y atención sanitaria.
    "Quiero recordarle a Israel que impedir deliberadamente que los suministros necesarios para el agua potable entren en la Franja de Gaza viola tanto el derecho internacional humanitario como los derechos humanos", dijo Arrojo-Agudo.
    "Según el artículo 7 del Estatuto de Roma, privar intencionalmente a la población civil de sus condiciones de vida, con la intención de provocar su destrucción, es un acto de exterminio y está clasificado como un crimen contra la humanidad", advirtió Arrojo-Agudo.
    Según la UNRWA, alrededor del 70% de la población de Gaza bebe agua salada y contaminada. Esta situación empeorará rápidamente si Israel continúa bloqueando la entrada de combustible a la Franja.
    La UNRWA informa que las estaciones públicas de bombeo de aguas residuales, 60 pozos de agua en el sur, las dos principales plantas desalinizadoras en Rafah y el área central, dos bombas principales de aguas residuales en el sur y la planta de tratamiento de aguas residuales de Rafah, han dejado de funcionar. (ANSA).