Militares israelíes irrumpieron en el hospital Al Shifa de la Franja

Ejército iordenó además evacuación de tres pueblos.

Soldados israelíes en una ejercitación de ataque (foto: ANSA)
Soldados israelíes en una ejercitación de ataque (foto: ANSA)

(ANSA) - TEL AVIV, por Massimo Lomonaco - Luego de días de asedio y furiosos combates alrededor del hospital Al Shifa, en Gaza City, el ejército israelí ingresó en la estructura y anunció que halló armas y material de Hamas. Una operación "orientada" en el seno de "una zona específica" del complejo, hicieron saber los militares, que exhortaron a "todos los terroristas presentes en el hospital a rendirse".
    La incursión en la mayor clínica de la Franja, bajo la cual el Estado judío cree que se esconde el comando central de Hamás, se produjo el día en que el ejército ordenó a la población de tres pueblos de la zona sur de Gaza -donde hasta ahora encontraron refugio los desplazados del norte- abandonar sus hogares por razones de seguridad.
    Una advertencia que parece presagiar una posible acción militar también en esa zona. Mientras tanto, el edificio del Parlamento en la ciudad de Gaza, donde los soldados israelíes se hicieron fotografiar después de conquistarlo el lunes, fue volado.
    El hospital Al Shifa se había convertido desde hacía días en un campo de batalla. La operación militar, aparentemente dirigida por un centenar de soldados, continuaba por la noche.
    Hasta el momento, según portavoces militares, no se encontraron rastros de los rehenes, como habría ocurrido en el hospital de Rantisi, donde Israel dijo haber encontrado "pruebas" del paso de los secuestrados por Hamás.
    La facción islámica definió el anuncio del hallazgo de armas en el hospital como "una descarada mentira" por parte del Estado judío "que no debería ya más engañar a nadie".
    La Organización de Liberación Palestina (OLP) calificó "el asalto de las fuerzas de ocupación israelíes a la estructura Al Shifa" como "una continuación de la guerra genocida" y "un nuevo crimen de guerra".
    Una gran parte del mundo árabe condenó duramente el ataque israelí, Qatar, valioso mediador para los rehenes, pidió "una investigación internacional sobre los ataques" a los hospitales, mientras que Jordania habló de "violación de las leyes de la guerra". Estados Unidos también intervino con el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, que afirmó que no había dado ningún consentimiento a la operación Shifa.
    Antes de entrar al hospital, el ejército israelí se estaba reorganizando, y se produjo un enfrentamiento con milicianos de Hamás durante el cual murieron 4 de ellos.
    Los militares aseveraron que en el Departamento de Resonancia Magnética se encontraron "medios de combate, inteligencia y equipo militar de Hamás".
    "Después del 7 de octubre, este lugar constituía un escondite para unos 200 terroristas que habían participado en las masacres y que huyeron aquí", precisó el portavoz militar Daniel Hagari, añadiendo que los soldados descubrieron "uniformes de los que se deshicieron los milicianos" para mezclarse con los civiles. "Los hospitales Al Shifa, Rantisi y otros -dijo Hagari- fueron todos utilizados por Hamás".
    La operación, incluso según la reconstrucción israelí, no fue solamente militar: los soldados -como muestran videos y fotos difundidas por el ejército- entregaron "suministros médicos, incubadoras y víveres para los niños".
    En una declaración recogida por el Washington Post, el director de Urgencias del hospital, Omar Zaqout, acusó a las fuerzas israelíes de haber desnudado, esposado y vendado los ojos a muchos desplazados presentes en el hospital y de haberlos llevado a un destino no especificado.
    El ejército lo negó y afirmó que "no hubo fricciones" entre soldados, médicos y pacientes en el hospital. Mientras que un periodista que se encontraba dentro de la Shifa dijo a la BBC que las tropas fueron de habitación en habitación, piso tras piso, para interrogar a todos, tanto al personal como a los pacientes, acompañados de intérpretes.
    Frente a la temida ampliación del conflicto, Hamás parece tener dificultades con su principal aliado, Irán. En la última reunión en Teherán, el ayatolá Ali Jamenei, habría advertido al jefe de la facción palestina, Ismail Haniyeh, con estas palabras: "No nos han avisado de su ataque del 7 de octubre contra Israel y nosotros -habría dicho el líder supremo, según la prensa internacional que cita tres altos funcionarios del régimen- no entraremos en guerra en su nombre".
    Por último, en la terrible situación humanitaria en la que se encuentra Gaza, las muertes -según las autoridades de Hamás- suman 11.500, de las cuales 4.710 menores y 3.160 mujeres.
    Mientras que los heridos en la Franja -que podría afrontar mañana un apagón total por falta de combustible- son casi treinta mil. (ANSA).