Protestan ante el tribunal por impugnación de los certificados de nacimiento.
(ANSA) PADUA - Las madres arcoíris volvieron a manifestarse esta mañana en Padua ante el Tribunal, donde se celebran las audiencias de las 4 primeras parejas del mismo sexo contra las que en junio la Fiscalía impugnó las partidas de nacimiento de los 37 hijos de "dos ;;madres" -una biológica y la segunda de intención - registrados en la oficina de registro por el Municipio de Euganeas.
En la pequeña plaza frente al Tribunal, una treintena de madres homosexuales realizaron una sentada con banderas y carteles a favor de la causa de las parejas del mismo sexo, leyendo en voz alta los nombres de los hijos de las 33 parejas de mujeres que tendrán que presentarse ante los jueces.
La Fiscalía, con base en el decreto del ministro del Interior, Matteo Piantedosi, solicitó la rectificación de las actas de nacimiento, con la cancelación del apellido de la madre no biológica. Después de leer los nombres de los niños, las madres se ataron las muñecas con una cinta rosa, coreando varias veces el lema "¡todos somos familias!".
"Ahora comienza en Padua el proceso civil contra 33 parejas de madres, culpables de haber obtenido la transcripción de sus hijos, prohibida por la circular del ministro del Interior Plantado e impugnada con efecto retroactivo por el Tribunal Fiscal. El tribunal podría decidir separar a los hijos de sus madres, convirtiendo a 37 niños legalmente en huérfanos de una progenitora. Una suposición vergonzosa resultante de la furia ideológica anti-LGBTQI+ y de la determinación del gobierno italiano contra las familias homoparentales", afirmó en una nota Sandro Gozi, eurodiputado de Renew Europe y secretario general del Partido Demócrata Europeo.
"Es inaceptable según los estándares europeos que un país miembro de la UE lleve ante la justicia a madres culpables sólo de querer dar un futuro más seguro a sus hijos. Esto es una clara violación de los derechos civiles, de las libertades fundamentales y europeas, pero sobre todo una violación de la dignidad de estas madres y niños", agregó.
"Estar hoy a su lado, contra la deriva orbaniana de nuestro país, es una cuestión de civilización. No hay familias heterosexuales de primera ni familias homosexuales de segunda", concluyó. (ANSA).