"Hamás no controla más Gaza", proclama Israel

Tropas israelíes toman el Parlamento en la Franja.

Las tropas israelíes en el espacio de la presidencia del parlamento de Gaza.  (foto: ANSA)
Las tropas israelíes en el espacio de la presidencia del parlamento de Gaza. (foto: ANSA)

(ANSA) TEL AVIV - "Hamás perdió el control" de la Franja y sus milicianos "huyen" hacia el sur, mientras las tropas israelíes tomaron el Parlamento de Gaza City y los hospitales se convirtieron en un campo de batalla.
    Un escenario de conflicto total en el que el presidente estadounidense, Joe Biden, lanzó un nuevo llamamiento a la moderación, pidiendo a Israel "acciones menos invasivas" contra Al Shifa, mientras la ONU advirtió que "dentro de 48 horas" cesarán las operaciones humanitarias por falta de combustible.
    El ministro de Defensa, Yoav Gallant, habló por la tarde sobre el colapso del régimen.
    "Hamás no tiene fuerzas para detener al ejército. Los terroristas están huyendo y los civiles saquean sus bases. Ya no tienen fe en el gobierno", anunció Galán mientras se publicaba la foto que algunos ya califican de histórica de las tropas que exhiben las banderas con la Estrella de David dentro del aula donde se reunieron los representantes de Hamás.
    Los duros combates en curso tienen en parte su epicentro en los hospitales.
    Hamás los convirtió en lugares de resistencia contra el ejército, a menudo atrincherándose en su interior y transformándolos en verdaderos fuertes. O en escondites de rehenes, como denunció el portavoz militar Daniel Hagari, evocando la presencia de prisioneros en el interior del hospital pediátrico Rantisi, en Gaza City.
    El último enfrentamiento tuvo lugar en Al Quds: los militares anunciaron que habían eliminado a 21 milicianos de "un equipo terrorista que se había infiltrado en la zona del hospital" junto con un grupo de civiles y luego comenzaron a disparar contra los soldados "con un lanzagranadas y otras armas".
    Otro ejemplo, denunciado por las FDI, publicando también vídeos, es el "continuo abuso de Hamás contra las estructuras civiles, incluidos los hospitales".
    El hecho es que la asistencia ahora se derrumbó. Al Shifa, el mayor de la Franja bajo el cual Israel cree que se esconde el mando central de Hamás y que según la OMS está ahora reducido "casi a un cementerio", "ya no funciona" debido a los cortes de electricidad y la falta de combustible, afirmó Christian Lindmeier, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
    Según el funcionario, alrededor de la instalación "hay cadáveres que no pueden ser atendidos y ni siquiera pueden ser enterrados o llevados a una morgue".
    Hamás se quejó de que hasta ahora han muerto en el hospital "27 pacientes adultos" que estaban hospitalizados en cuidados intensivos y "siete recién nacidos prematuros" mantenidos en incubadoras.
    En las instalaciones -según Mohammed Zaqout, director de los hospitales de Gaza- hay aproximadamente 650 pacientes, 500 trabajadores sanitarios y 2.500 desplazados.
    En este desastre humanitario, la UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos) anunció que los camiones de la organización también "se quedaron sin combustible".
    "Mañana -explicó su responsable en Gaza, Thomas White- no podremos recibir la ayuda que llega desde el cruce de Rafah.
    Esta mañana, dos de nuestros principales subcontratistas para la distribución de agua dejaron de funcionar, lo que -explicó- privará de agua potable a 200.000 personas".
    Hamás, por su parte, amenazó con que Hezbolá entrará plenamente en guerra contra Israel si la facción palestina está a punto de ser destruida.
    "Ahora -dijo Ahmed Abdul Hadi a NBC- no es el momento. La línea roja para Hezbolá es la destrucción total de la resistencia en Gaza".
    Y no es casualidad que la situación con las milicias chiítas en el Líbano sea cada vez más acalorada. Un frente desde el que también llegaron hoy misiles que causaron más heridos entre los israelíes del norte.
    "Aquellos que piensan que pueden extender los ataques contra nuestras fuerzas y nuestros civiles -advirtió el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu- están jugando con fuego. Y nosotros responderemos al fuego con fuego aún mayor. No nos pongan a prueba".
    Por último, la cuestión de unos 240 rehenes sigue sin resolverse. Hamás hizo saber que su línea es la de "un intercambio completo de prisioneros y no parcial", como se rumoreó en los últimos días. Una posición que Israel rechazó, centrándose, en cambio, sobre la presión militar. (ANSA).