(ANSA) - ROMA, 12 NOV - Tras el atentado terrorista del 7 de
octubre contra Israel, Hamás no utilizó técnicas de guerra
híbrida sin precedentes, sino que optó por medios y métodos
indirectos, ciberataques llevados a cabo por estados aliados
como Irán y el uso masivo de Telegram como caja de resonancia.
Poco más de un mes después del inicio del conflicto, este es
el escenario descrito por Stefano Mele, experto en
ciberseguridad y derecho espacial y socio del despacho de
abogados Gianni & Origoni.
Las acciones contra Israel, explica, son "tácticas
asimétricas, multidimensionales e indirectas".
"La explotación del dominio cibernético por parte de Hamás
no ha alcanzado el nivel de sofisticación de la guerra entre
Rusia y Ucrania gracias también a la gran preparación de Israel
en este sector - observó Mele - pero podemos constatar algunas
operaciones cibernéticas importantes por parte de algunos
actores, Estados como Irán y un gran número de ciberataques de
nivel medio-bajo por parte de terceros pertenecientes a la
galaxia hacktivista pro-palestina, pro-iraní y pro-libanesa, y
algunos ciberataques recientes contra infraestructuras críticas
de Israel que, aunque reivindicados por grupos hacktivistas,,
por sus capacidades operativas y efectos logrados hacen
sospechar que han sido patrocinados por uno o más Estados".
Las actividades de propaganda y desinformación en línea
desempeñan ahora un papel cada vez más central en los
conflictos. Y el actual entre Hamás e Israel no es una
excepción.
Desde 2006, Hamás ha dependido en gran medida de los medios
de comunicación tradicionales y, en particular, de Al-Aqsa TV
para difundir su mensaje proislamista, pero tras la Primavera
Arabe de 2011 también se ha afianzado en las principales
plataformas en línea - explicó Mele -; Telegram hoy sin duda
representa la primera caja de resonancia de esta organización
terrorista".
"Según los últimos análisis - añadió - los canales oficiales
de Telegram de Hamás y de la Brigada Al Qassam han experimentado
un aumento considerable de suscriptores desde el inicio del
ataque contra Israel: de unos 41.000 suscriptores el 6 de
octubre a unos 120.000 el 11 de octubre para el canal oficial de
Hamás, mientras que de unos 200.000 abonados a unos 580.000 para
el canal oficial de la Brigada Al Qassam, y el mismo resultado
para el canal Telegram del portavoz de la Brigada, Abu Obaida,
que cuenta con unos 400.000 abonados".
"Estas cifras han llevado al director general de Telegram,
Pavel Durov, a decidir a principios de noviembre restringir el
acceso a estos canales. Todo esto nos hace comprender el papel
fundamental que desempeña Hamás en las actividades de
desinformación y propaganda para dañar la reputación de Israel
como nación invulnerable", subrayó.
"La ofensiva de Hamás contra Israel demuestra claramente,
una vez más, cómo la llamada guerra híbrida puede tener un alto
impacto sobre un adversario y cuán eficaz es una estrategia
militar flexible, capaz de combinar la guerra convencional, la
guerra irregular y la guerra llevada a cabo mediante acciones de
ataque en el ámbito cibernético", destacó Mele.
"Hamás no ha utilizado doctrinas o técnicas de guerra
híbridas impensables o novedosas. Al no disponer de tanques ni
aviones de combate, se limitó a evitar un ataque directo a las
fuerzas israelíes, optando, en cambio, por medios y métodos
indirectos", señaló el experto.
"Los efectos de estas tácticas asimétricas,
multidimensionales e indirectas ahora están claros para que
todos los vean. Es fundamental, por tanto, que se revisen
urgentemente las estrategias militares para comprender,
gestionar y contrarrestar las amenazas híbridas e irregulares
que, como estamos observando, son cada vez más utilizadas y
evolucionan rápidamente", concluyó. (ANSA).
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