(ANSA) - WASHINGTON, 11 NOV - Los aliados occidentales de
Kiev, por primera vez, acusan al ejército ucraniano de ser
directamente responsable del sabotaje del gasoducto Nord Stream
2.
La revelación sobre uno de los episodios más controvertidos
de la guerra provino del Washington Post (WP), que citó a
funcionarios estadounidenses. y a los europeos informados del
expediente. Se dice que un alto oficial de las fuerzas
especiales coordinó el ataque, siguiendo órdenes de funcionarios
bajo la dirección directa del jefe de las Fuerzas Armadas, el
general Valery Zaluzhny.
Según la reconstrucción del periódico estadounidense, Roman
Chervinsky, un coronel muy condecorado de 48 años, desempeñó un
papel central en el bombardeo de Nord Stream en septiembre del
año pasado. En particular, gestionó la logística y el apoyo de
un equipo de unas seis personas que, alquilando un velero y
utilizando equipo de buceo, colocaron el explosivo debajo del
gasoducto. Una acción que provocó enormes pérdidas en los dos
gasoductos (1 y 2) que discurren desde Rusia hasta Alemania bajo
el mar Báltico, dejando intacta sólo una de las cuatro
conexiones de la red.
Kiev y Moscú siempre se acusaron mutuamente de ese sabotaje,
pero en los últimos meses los medios estadounidenses filtraron
cada vez más las sospechas de que los responsables son los
ucranianos. Hasta ahora, sin embargo, sólo se había hablado de
grupos pro-ucranianos, sin ninguna evidencia de dirección por
parte de los hombres de Zaluzhny o del propio presidente.
Versiones ante las que la Casa Blanca siempre se había mostrado
cautelosa, sobre todo por miedo a ver flaquear el apoyo de los
socios de la OTAN a Kiev.
La revelación del Washington Post se produjo el día en que
la capital ucraniana volvió a ser atacada por misiles rusos. La
incursión, sin víctimas ni daños, coincidió con las
celebraciones por el primer aniversario de la reconquista
ucraniana de Jerson, ciudad del sur del país que Zelensky
definió como "sinónimo de esperanza" de liberación de las tropas
ocupantes.
En cambio, Rusia, que durante mucho tiempo se vio vulnerable
a los ataques con aviones no tripulados ucranianos en lugares
tan lejanos como Moscú, continúa sufriendo sabotajes en lo
profundo de su territorio. Diecinueve vagones de un tren de
mercancías descarrilaron en la región de Riazán, a 200
kilómetros al sureste de la capital, en lo que el comité de
investigación calificó de acto de "terrorismo" llevado a cabo
mediante la detonación de un artefacto improvisado. Tampoco se
reportaron víctimas en este episodio, que se suma a los
numerosos sabotajes a la red ferroviaria rusa que se produjeron
desde el inicio de la operación militar en febrero de 2022.
Mientras tanto, en un mensaje en vídeo con motivo del
aniversario de la liberación de Jerson, Zelensky aseguró que
todas las ciudades y pueblos del país serán devueltos a su
gente. Un objetivo, subrayó, que será posible alcanzar si "se
comparte" y si los ucranianos y sus partidarios occidentales
permanecen "unidos".
Palabras en las que no es difícil escuchar un eco de la
polémica suscitada en los últimos días por las entrevistas
concedidas por estrechos colaboradores del presidente a revistas
internacionales que cuestionaban la capacidad de las fuerzas de
Kiev para lograr una victoria sobre el terreno. Entre ellos, el
jefe de las Fuerzas Armadas Zaluzhny, que en declaraciones a The
Economist había definido la guerra en curso como una guerra de
"posición" y de "desgaste" destinada a favorecer a Rusia.
Zaluzhny unió hoy su voz a la del presidente para decir que
los soldados ucranianos "siguen luchando para defender nuestra
tierra con determinación". "Estoy convencido de que juntos
venceremos", añadió el general.
Empero, Josep Borrell destacó la decepción de los aliados
occidentales de Kiev por una contraofensiva iniciada en junio
que no produjo los resultados deseados. "La victoria de Ucrania
no parece ser inmediata", señaló el máximo responsable de
Política Exterior de la Unión Europea. Y luego reiteró, como
siempre, que los europeos deben permanecer "dispuestos política
y materialmente a ayudar a Ucrania". De hecho, "incluso para
reemplazar a Estados Unidos si su apoyo disminuyese".
En el año transcurrido desde que los rusos se retiraron de
Jerson, el frente prácticamente se congeló y ambos ejércitos no
han podido lograr ningún avance, a pesar del elevado número de
pérdidas humanas. Sobre el terreno, lo que ha sido noticia en
las últimas semanas son sobre todo los intentos de las tropas de
Moscú, que continuaron en las últimas horas, de conquistar
Avdiivka, un pequeño
centro al norte de la ciudad de Donetsk. Y a esto le sumamos los
continuos bombardeos.+ (ANSA).
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