Tensión en el gobierno italiano por la cuestión de los migrantes

Idas y vueltas en torno al acuerdo con Albania para ubicar ahí a los rescatados en el mar

Tajani, Meloni y Salvini, en una foto de archivo.  (foto: ANSA)
Tajani, Meloni y Salvini, en una foto de archivo. (foto: ANSA)

(ANSA) ROMA - Por un lado, están los "bueno, pero" de los aliados. Por el otro, las protestas de la oposición, que exige su aprobación parlamentaria y podría pedirla en una reunión de los líderes de los grupos de la Cámara, Giorgia Meloni, que reivindica el memorándum de entendimiento con Albania sobre la gestión de los migrantes.
    Para la premier, el acuerdo es el último acto de un "enorme trabajo, sobre todo diplomático" realizado este año, sin el cual -está segura- "las cifras de entradas de migrantes habrían sido mucho más elevadas".
    En medio de rumores, fuentes del Palazzo Chigi, sede del gobierno, calificaron de "totalmente fantasiosas" las versiones de que "el plan firmado el lunes con el Primer Ministro albanés, Edi Rama, no había sido compartido por la premier con sus aliados" de coalición.
    "Desde el principio, explicaron las fuentes, hubo "la plena implicación de los dos viceprimeros ministros (Matteo) Salvini y (Antonio) Tajani y el acuerdo se construyó paso a paso con la total cooperación de los ministerios implicados, empezando por el de Exteriores, Interior y Justicia".
    Unas diez horas antes, la Liga había negado a su vez el "descontento" de su secretario con Meloni, y calificó el acuerdo de "útil y positivo".
    El elogio al "excelente acuerdo con Albania" de Meloni fue reiterado más tarde por el adjunto de Salvini, Andrea Crippa, pero con un agregado: "Sin embargo, Italia tiene que ser Italia.
    Y Salvini, cuando era ministro del Interior, frenó la inmigración ilegal".
    La tensión de fondo se mantiene. Es uno de esos "peros" que han molestado en los últimos meses a la primera ministra, que ha tenido que soportar una y otra vez embestidas de la Liga, seguidas de mensajes distensivos de Salvini.
    Y en los círculos del oficialismo, algunas de sus opciones, como la de no ingresar el proyecto de reforma constitucional por la Cámara (el FdI de Meloni tiene la presidencia del Senado y de la Comisión de Asuntos Constitucionales), se leen como contramarchas.
    "El acuerdo respeta todas las normas de la UE", asegura el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
    El gobierno de Tirana dio a conocer el texto completo, incluidos los dos anexos que comprometen a Roma a gastar 16,5 millones de euros en el primero de los cinco años y a crear un fondo de garantía. Se espera la evaluación de Bruselas, desde donde, por ahora, solo se ha expresado el comisario para la Ampliación, el hungaro Oliver Varhelyi: "es un modelo interesante".
    El Protocolo no pasará por el Parlamento, aclaró el ministro Luca Ciriani, confirmando la sospecha de la oposición. "Es inaceptable", atacó la secretaria de los Democráticos, Elly Schlein. "No lo hacen porque saben que viola el artículo 10 de la Constitución, por el que se pide asilo en el territorio de la República", explicó.
    Entre los perplejos se encontraba el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi, según el cual el acuerdo parece 'una admisión de 'no poder'. No está claro por qué no se organiza mejor la acogida aquí".
    El tema también está candente en Europa. Externalizar la gestión de los inmigrantes es una "política ineficaz e inhumana", subrayó la actriz australiana y embajadora de ACNUR Cate Blanchett durante su intervención en la Eurocámara.
    Palabras de "una actriz multimillonaria de Hollywood", dijeron cerca de Meloni.
    Para el Ministro del Interior, Matteo Piantedosi, este acuerdo es "innovador", y su colega de Justicia, Carlo Nordio espera que "las posibles sentencias de la justicia no anulen las futuras operaciones".
    A la espera de los mecanismos de transporte de migrantes desde el Mediterráneo a Albania, Rama dejó en claro un par de aspectos. En el hotspot de Shengjin (donde se prevé una detención máxima de cuatro semanas para los controles de asilo), "el número está cerrado: 3.000 plazas. Vendrán más si hay plazas disponibles. Puede llegar a 36 mil al año si la burocracia italiana va como un reloj suizo, pero sería la primera vez en la historia".
    Para Tirana no hay dudas de incompatibilidad con el Derecho internacional, pero "corresponde a Italia, añadió Rama, comprobar que también se ajusta al Acuerdo de Dublín". (ANSA).