(ANSA) - TEL AVIV, Por Massimo Lomonaco - Hamás perdió el control del norte de Gaza, anunció hoy el ejército israelí al término de la enésima jornada de conflicto muy dura con las milicias de la Franja.
"Los palestinos abandonan el norte porque comprendieron que Hamás perdió el control allí y que el sur es más seguro", informó el portavoz militar Daniel Hagari, añadiendo que en el sur "hay una zona más segura, provista de medicinas, agua y alimentos".
Las operaciones militares israelíes continuaron centrándose en los túneles de Hamás, incluso con la caza de los líderes de la facción yihadista.
Hoy le tocó el turno a Mohsen Abu Zina, jefe de la producción de armas de Hamás, un papel importante en la jerarquía militar de la organización.
Era "un experto en el desarrollo de armas estratégicas y cohetes utilizados por terroristas", afirmó el portavoz militar al anunciar su muerte.
Básicamente, el arsenal militar que la facción acumuló a lo largo de los años, incluidos los misiles antitanques utilizados contra las tropas israelíes.
Desde el inicio de las operaciones, el ejército destruyó más de 130 entradas de túneles dentro del enclave palestino.
En muchos de estos casos, los militares -explicó el vocero militar- encontraron estructuras con baterías de coche junto a las entradas que se creía que estaban conectadas al sistema de filtrado de aire.
La mayor parte de este meticuloso reconocimiento son las unidades de ingenieros de combate encargadas de identificar las entradas a una red subterránea que se extiende a lo largo de aproximadamente 500 kilómetros.
Los milicianos de Hamás no sólo son bombardeados por la aviación, sino también por batallones de artillería que atacan desde los límites de la Franja, siguiendo instrucciones de las tropas sobre el terreno.
Uno de estos bombardeos destruyó la mezquita de Jaled Ben al-Walid, uno de los símbolos de la ciudad de Jan Yunes, al sur de Gaza.
El edificio estaba situado en un campo de refugiados, pero estaba vacío en el momento del ataque.
Israel acusó entonces una vez más a Hamás de explotar "ambulancias, hospitales, clínicas, mezquitas y escuelas con fines terroristas".
Además, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los milicianos "utilizan las ambulancias para trasladar armas y operativos a la Franja", así como instalaciones civiles y a los propios civiles "como escudos humanos". La presión del ejército se intensifica cada vez más en la ciudad de Gaza, donde las tropas llegaron a poca distancia del hospital de Shifa, aunque por ahora los soldados no ingresaron.
Israel afirmó repetidamente que bajo y dentro de ese hospital se encuentra el comando central de Hamás, que habría almacenado allí casi 500.000 litros de combustible.
Para dar una idea de la presión del ejército, basta mencionar el tamaño del despliegue: por primera vez desde la guerra del Líbano de 1982, toda una división de reservistas opera en el norte de Gaza, donde controla la zona de Beit Hanoun. En tanto, la situación de la población del enclave palestino es cada día más dramática y las FDI volvieron a abrir un corredor humanitario a lo largo de la carretera Sallah a-Din, que atraviesa verticalmente la Franja.
Según el ejército, hoy alrededor de 50.000 palestinos cruzaron de norte a sur y se espera que la iniciativa se repita mañana.
Si el frente de Gaza sigue siendo el principal, el de Cisjordania se está volviendo incandescente y corre el riesgo de conducir a otro conflicto abierto.
El propio primer ministro, Benjamín Netanyahu, vio convocados de urgencia a los líderes de los asentamientos judíos en los territorios ocupados.
"Esta reunión -afirmó- se enmarca en la visita de hoy del Gabinete de Guerra al mando de la región militar central a la luz de las advertencias de los responsables de la seguridad sobre la grave escalada que se está produciendo en Judea-Samaria" (Cisjordania, NDR)".
El mismo responsable de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, denunció que "la situación se está volviendo cada vez más grave en Cisjordania. Desde el 7 de octubre, 158 palestinos fueron asesinados, entre ellos 45 niños".
En la Franja, ahora colapsada, el número de muertos (el Ministerio de Sanidad local no hace distinción entre civiles y milicianos) alcanzó los 10.569, de los cuales 4.324 menores y 2.823 mujeres. (ANSA).