(ANSA) - ROMA - El Consejo de Ministros de Italia aprobó por unanimidad el proyecto de reforma constitucional que introduce la elección directa del primer ministro con el objetivo de poner fin a la histórica inestabilidad de los gobiernos italianos de la posguerra. El proyecto, dijo la premier Giorgia Meloni, "garantiza dos objetivos con los que hemos estado comprometidos desde el principio: el primero es el derecho de los ciudadanos a decidir quién los gobierna, poniendo fin a los juegos de palacio y los gobiernos técnicos, que pasan por encima de los ciudadanos". "El otro objetivo es garantizar que quienes han sido elegidos por el pueblo" gobiernen con "estabilidad", dijo Meloni y recordó que "en los últimos 75 años de historia republicana hubo 68 gobiernos, con una vida media de un año y medio. Esta es la madre de todas las reformas que se pueden hacer en Italia, porque si damos un paso atrás y miramos los últimos 20 años, hemos tenido 12 primeros ministros". "La madre de todas las reformas", así presentó Meloni el proyecto. Y en rueda de prensa aseguró que se trata de una reforma que garantizará "la estabilidad", dirá basta a los gobiernos técnicos y permitirá a Italia entrar en la Tercera República. Subrayó que mantiene siempre "los compromisos asumidos" y que la reforma, que representa el "corazón" de su programa, pretende llevarla adelante con determinación, incluso si fuera necesario llegar a un referéndum. Lo declaró, a pesar de que, forzada por los periodistas, precisó que, en caso de rechazo, no dimitirá como, en cambio, en el pasado, "otros amenazaron con hacerlo". Junto con la ministra de Reformas, Elisabetta Casellati, recordó a continuación que se trata de un cambio "necesario" dado que "en los últimos 75 años de la historia republicana ha habido 68 gobiernos con una duración media de año y medio". Italia, sin embargo, interviene el Ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, necesita "estabilidad", también para "los mercados" y la reforma se convierte, por tanto, en "una prioridad" que no se puede ignorar, porque "nosotros -insistió Meloni- tenemos la responsabilidad" de "ayudar a esta nación" a "resolver sus problemas estructurales". "La falta de estabilidad -prosiguió- ha creado un problema de credibilidad internacional" que debe resolverse. Además, se trata de una "intervención mínima" a la Constitución ("Sólo se tocan 4 artículos"), aseguró Casellati, que "no afectará en modo alguno a los poderes del Presidente de la República". El proyecto de ley que prevé la elección directa del primer ministro, una medida "anti-reversión" y un no a los senadores vitalicios, sin embargo, no gusta a la oposición, que lo define como un "acuerdo fallido". Y aunque Casellati asegura que muchas de las sugerencias procedentes de la oposición y de los sindicatos en las reuniones que tuvieron lugar antes de la redacción del texto fueron "aplicadas", Meloni no oculta que hubiera preferido ir a las elecciones inmediatamente en el caso de un voto de censura contra el Primer Ministro. De ahí la petición también a la oposición de reflexionar sobre este tema durante la evaluación parlamentaria. Pero se anuncia una batalla en el centro izquierda. Empezando por la secretaria del Partido Demócrata, Elly Schlein, que habla de una "reforma fallida y peligrosa" que "debilita al Parlamento" y "limita las prerrogativas del Presidente de la República" al desmantelar "la forma parlamentaria". Meloni subraya que el proyecto de ley no quería abordar ni la cuestión de la segunda vuelta ni la bonificación por mayoría, porque el Parlamento tendrá que abordar esto también reescribiendo la ley electoral. Pero esa tranquilidad no ayuda mucho a serenar a los oponentes. El líder de Acción, Carlo Calenda, acuñó el término "Italierato" para definir esta propuesta de primer ministro que "no tiene igual en ningún otro país del mundo".
También es duro el comentario de +Europa que, junto con Benedetto Della Vedova, considera al proyecto de ley "una peligrosa conspiración populista, promovida por un líder populista" para "debilitar al Parlamento". El ex presidente de la Cámara Roberto Fico (M5S) no tiene dudas: "La presidencia meloniana es una reforma fallida y aproximada. Una elección que no favorecerá la gobernabilidad" y "acentuará los desequilibrios del sistema". La verdad, añade el líder de la Alianza Verde, Angelo Bonelli, es que Meloni "sueña con convertirse en emperatriz de Italia". La derecha, observa Bonelli, "tiene una mayoría abrumadora, pero quiere un giro autoritario también para ocultar la incapacidad de gobernar un país que atraviesa una grave crisis económica y social". Finalmente, el presidente de la asociación de jefes comunales y alcaldes ANCI, Antonio De Caro, lanza una provocación: "Si no hay límite de mandatos para el primer ministro elegido por el pueblo, entonces también debería eliminarse para los alcaldes".
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