(ANSA) - TEL AVIV, 31 OTT - "Estamos pagando por tu fracaso.
¡Libéranos, liberen a todos ahora, ahora!", es el grito de una
de las tres mujeres rehenes de las que Hamás publicó hoy un
video que conmocionó a Israel y al mundo, la cual expresa su ira
contra el premier israelí, Benjamin Netanyahu.
Se trata de palabras que provienen del fondo de un escondite
desconocido en la Franja.
"Cruel propaganda psicológica por parte de Hamás", la
calificó poco después el primer ministro, descartando un cese
del fuego.
La medida de los milicianos se produjo mientras el ejército
israelí, desde la cabeza de puente en el norte de la Franja,
avanzaba con tropas y tanques hacia las afueras de la ciudad de
Gaza.
Una progresión de hombres y vehículos que se dirigió, según
fuentes locales, hacia la parte este del distrito de Sajaya, a
un paso de la capital del enclave palestino. Y que atacaron,
antes de retirarse, Sallah-a-din, la arteria principal que
atraviesa toda la Franja.
Un desgaste lento e inexorable de las posiciones de Hamás,
como explicó el portavoz militar Daniel Hagari: "Hemos ampliado
nuestra actividad dentro de Gaza, aumentando las fuerzas
involucradas".
Una maniobra que Netanyahu calificó como "la tercera fase de
la guerra", con el ejército "avanzando de manera mesurada pero
poderosa". Porque, insistió Netanyahu, "la operación terrestre"
es la única manera de traer a los rehenes a casa.
Una creencia reforzada por la liberación, por parte del
ejército y del Shin Bet, de la soldado Ori Magidish, una de los
239 rehenes, secuestrada el pasado 7 de octubre en el kibutz de
Nahal Oz, donde hacía de vigía.
Una operación "dirigida" preparada días después de que los
servicios de inteligencia obtuvieran información sobre su lugar
de encarcelamiento en Gaza.
El éxito alcanzado, sin embargo, no parece capaz de
compensar la conmoción provocada por el video de los tres
rehenes, que la televisión israelí informó pero no difundió.
La identidad de las tres mujeres fue dada a conocer por el
propio primer ministro: Yelena Tropanov (del kibutz Nir Oz),
Danielle Alloni y Rimon Kirscht (del kibutz Nirim), que vieron a
sus seres queridos asesinados o secuestrados en el ataque de
hace tres semanas.
"Pagamos por tu fracaso político, de seguridad y militar. No
había ejército -gritó Alloni- no había nadie, nadie nos
protegía. Ahora somos prisioneras aquí... siempre que no haya
ninguna condición. Nos matarán. ¿Quieres que nos maten a todos?
¿Quieres que el ejército nos mate? ¿No es suficiente que los
ciudadanos israelíes hayan sido asesinados? Libera ahora a sus
ciudadanos y prisioneros. Libérennos: ¡ahora, ahora, ahora!",
instó la mujer pidiendo aceptar el intercambio de prisioneros
propuesto por Hamás.
Una acusación a la que el primer ministro obviamente no
respondió, aunque aclaró en una conferencia de prensa en Tel
Aviv que no habrá intercambio ni un cese del fuego.
"Hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra. Ahora
es el momento de la guerra. No la queríamos, pero la llevaremos
a cabo hasta la victoria", tronó Netanyahu, rechazando cualquier
hipótesis de dimisión.
"El único que quiero que dimita -respondió a una pregunta de
los periodistas- es Hamás, lo obligaremos a dimitir, a renunciar
a sus objetivos, es mi responsabilidad y seguiré llevando a mi
país" a la guerra.
Los familiares de las tres rehenes, en cambio, reaccionaron
al video lanzando un llamamiento a los líderes occidentales.
Pido al presidente Biden -dijo uno de ellos- que haga todo
lo posible para traerlos a casa. El tiempo pasa, pero no es
tarde para traerlos de regreso".
Sobre el terreno, la estrategia militar, explicó el portavoz
del ejército, sigue siendo la de "acciones combinadas
tierra-mar-aire".
Con los ataques, que aumentaron exponencialmente en los
últimos días, llegaron a alcanzar a más de 650 objetivos en
Gaza: depósitos de armas, sitios de lanzamiento de misiles
antitanque (incluidos cerca de la Universidad Al-Azhar),
escondites subterráneos y bases del campo de entrenamiento de
Hamás.
La policía, en cambio, anunció que había identificado los
cadáveres de 1.135 israelíes asesinados: 823 civiles y 312
soldados. Entre ellos también el israelí con pasaporte alemán
Shani Louk, de 22 años, secuestrado en la fiesta de música de
Reim y masacrado, como muestran algunos videos.
En la Franja la situación se está desmoronando y ciertamente
la ayuda humanitaria que logra llegar no es suficiente. Hoy
entraron 40 camiones por el cruce de Rafah, pero la Casa Blanca
anunció por la tarde que el objetivo es que pasen al menos 100
cada día.
Las muertes (las autoridades de Hamás no distinguen entre
civiles y combatientes) ascienden a 8.306, de las cuales 3.457
son "menores". Los heridos son más de 21.000. (ANSA).
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