(ANSA) - TEL AVIV, 30 OTT - Cisjordania -y Jerusalén Este-
pronto podrían convertirse en el tercer frente de Israel,
después de Gaza y el Líbano.
Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, la tensión
aumentó a diario y las incursiones del ejército israelí y los
enfrentamientos armados con milicianos en las zonas más
calientes son cada vez más recurrentes, empezando por Jenín,
donde está más arraigada la presencia del grupo y otras
facciones armadas.
Enfrentamientos que se vuelven cada vez más sangrientos con
la repetición de las incursiones y el agravamiento de las
incursiones de los colonos dentro de los Territorios.
La noche del domingo, cuatro palestinos murieron en la
última operación antiterrorista en el campo de refugiados de
Jenin, tras enfrentamientos armados con milicianos de las
facciones. Pero la ciudad del norte de Cisjordania lleva días en
la mira del ejército y sus operaciones.
Casi simultáneamente a los enfrentamientos en Jenin se
produjeron otros en Yatta, cerca de Hebrón, donde un palestino
murió en tiroteos con el ejército.
Hamás, desde que comenzó la guerra en Gaza, llamó
repetidamente a los palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este a
demostrar su "ira" contra Israel. Y hoy mismo un agente de
policía resultó gravemente herido en un ataque en Jerusalén
oriental.
El autor del ataque fue posteriormente abatido por la
reacción de las fuerzas de seguridad. Por otro lado, la presión
de los habitantes de los asentamientos judíos contra las
comunidades palestinas vecinas está aumentando, tras los ataques
homicidas de los últimos meses.
El otro día, según la agencia Wafa, un grupo de ellos atacó
a unos agricultores que estaban cosechando aceitunas en un
pequeño pueblo cerca de Nablus, matando a Bilal Mohammed Salah,
un padre de familia de 40 años. Y hoy el ejército anunció el
arresto de un soldado colono sospechoso del asesinato.
Al ser detenido, el joven dijo que había disparado en
defensa propia. Pero durante el interrogatorio posterior
prefirió guardar silencio.
Según la agencia Wafa, 122 palestinos fueron asesinados
desde el 7 de octubre.
El deterioro de la situación en Cisjordania sacudió a
Estados Unidos. El domingo, el Asesor de Seguridad Nacional,
Mike Sullivan, calificó el aumento de la violencia por parte de
los colonos israelíes desde que estalló la guerra como
"totalmente inaceptable".
Y añadió que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu,
"tiene la responsabilidad de frenar a los colonos".
"Este es un desafío, esperamos que el gobierno israelí dé
pasos adelante. Esperamos que los colonos extremistas
involucrados en este tipo de violencia respondan a su
responsabilidad", agregó.
Hoy fue el turno de Alemania, cuyo ministerio de Asuntos
Exteriores afirmó que Israel debe "proteger a la población
palestina en Cisjordania" de las acciones de los "colonos
extremistas".
Las familias palestinas no deben ser obligadas a dejar la
región "por miedo". Hay indicios de que los ataques de este tipo
están aumentando, confirmó el portavoz del ministerio. (ANSA).
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