(ANSA) - ROMA 27 OCT - Apenas pasaba el mediodía cuando la
mañana en Via Frattina, una de las calles comerciales del
corazón de Roma, quedó bajo conmoción por un ruido sordo y
gritos que dejaron petrificados a romanos y turistas.
Un perro raza rottweiler cayó desde la ventana de un
apartamento del tercer piso e impactó a una pareja que caminaba
por la calle a un paso de la Plaza España. Ella, embarazada,
ingresó en el hospital en estado grave, mientras que su pareja
resultó milagrosamente ilesa. Para el animal, los esfuerzos de
rescate fueron en vano y murió en el lugar, mientras que su
dueño corre el riesgo de ser acusado de lesiones.
"Quien posee un perro -recuerda la Organización
Internacional de Protección Animal- tiene la obligación de
cuidarlo siempre con esmero, ya que un perro es como un niño y
por tanto debe ser vigilado para evitar daños a sí mismo y a los
demás".
Lo ocurrido en el número 57 de la calle Frattina, muy
concurrido el viernes que marca el inicio del fin de semana
largo de Halloween, dejó a todos incrédulos. Nadie hubiera
imaginado jamás presenciar un episodio como este, con un perro
de gran tamaño volando y cayendo sobre el asfalto e impactando a
los transeúntes.
Un descuido que podría haber causado consecuencias mucho
más graves. "Escuché un golpe, como si fuera un disparo -dijo
uno de los comerciantes de la zona-, luego me di cuenta del
perro que había salido volando por la ventana".
Según se ha podido comprobar, parece que el Rottweiler se
había acercado al alféizar de la ventana en un intento de
perseguir a un gato cuando perdió el equilibrio y acabó en la
calle, golpeando a la pareja que paseaba. En el momento del
impacto, dependientes y comerciantes de la zona inmediatamente
salieron a la calle para comprobar lo sucedido y prestar auxilio
a la joven de veintiocho años, que se encontraba en el segundo
mes de embarazo.
Afortunadamente, el feto no sufrió daños y tiene latidos
estables. La mujer, internada en el Policlínico Umberto I,
sufrió algunas heridas pero su vida no corre peligro.
El perro murió en el impacto a causa de las heridas. Sin
embargo, la policía que intervino en el lugar está investigando
el asunto. No se excluye que el propietario del animal pueda ser
considerado responsable del delito de lesiones.
"En casos de este tipo -recuerda la OIPA- el poseedor
puede ser responsable de la omisión de custodia y del mal manejo
de su perro. En cualquier caso, si un perro no debidamente
controlado causa daños, el poseedor puede ser responsable desde
el punto de vista de tanto civil, con demanda de indemnización
de daños y perjuicios, como penal (lesiones involuntarias y/u
homicidio)".
Un episodio similar ocurrió en 2018 en Turín, cuando un
gato de seis kilos cayó desde el octavo piso golpeando a un
transeúnte. El animal murió y el hombre sobrevivió tras 30 días
de hospitalización. En ese caso, el dueño del gato fue acusado
de lesión negligente. (ANSA).
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