(ANSA) - ROMA - La premier italiana, Giorgia Meloni, aseguró hoy que su gobierno tiene un "horizonte legislativo", dado que cuenta con una "mayoría compacta", en un día en el que la centroderecha quiso dar garantías de estabilidad de la alianza política.
Esas declaraciones se produjeron entre par de estallidos internos que asomaban en el horizonte, como la ratificación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES) y el caso del viceministro de Cultura, Vittorio Sgarbi, investigado por fraude al fisco por la compra de una obra de arte en 2020. Hoy, Meloni sostuvo sobre el escritorio un volumen titulado "El renacimiento", envió besos a su derecha y advertencias hacia la oposición: "Nuestra mayoría política es compacta, acéptenlo".
También por lo bajo había un runrún por la separación de la premier de su pareja, el periodista de televisión Andrea Giambruno, quien fue muy criticado en las últimas semanas por comentarios sexistas realizados dentro y fuera del aire, cuestión que también se mezcló con la dinámica política.
"En estos días leí y escuché de todo: historias completamente inventadas plano, reconstrucciones totalmente desprovistas de sentido lógico y a menudo incluso contradictorias", dijo Marina Berlusconi, presidente de Fininvest y Mondadori, a Bruno Vespa para el libro "Il rancor e la Speranza" (que se publicará en noviembre por Mondatori), dado a conocer después del desliz de la Bolsa de Mediaset (-3% también en el último cierre) y el acuerdo entre la empresa y la expareja de la premier para dejar la conducción de su programa.
"La verdad es una sola -afirmó la hija mayor del fundador de Forza Italia -: Tengo mucho respeto por Giorgia Meloni. La encuentro capaz, coherente, concreta. La aprecio a nivel político y la aprecio también mucho como mujer, más aún en estos días".
Y, al mismo tiempo, Meloni es protagonista en el Senado de un debate que mantiene un tono decididamente bajo en comparación con aquellos que unas horas más tarde se habrían sentido en la Cámara.
Entre el Palazzo Madama y Montecitorio la cuestión más popular entre los hombres de Hermanos de Italia tiene como objetivo saber quién es el enemigo "que pretende derribarnos", evocado por su líder en estos días.
En la trinchera de las respuestas vagas, hay quienes deslizan que "es mejor no decirlo claro, si no saldrá a la luz".
Para explicar el síndrome del asedio, hay que mirar hacia los Azzurri y hacia la familia Berlusconi. E incluso desde esta perspectiva existe incertidumbre sobre cómo la mayoría gestionará el tira y afloja con Europa en torno al MES.
Meloni lo pasó por alto por ahora, porque el MES "no es el tema del debate del Consejo Europeo".
Pero el viernes, en Bruselas, se pedirán aclaraciones.
En la semana del 20 al 24 de noviembre, en la Cámara, se discutirán los proyectos de ley de ratificación y la centroderecha tiene un mes para encontrar una estrategia de salida compartida sobre un tema que es dogma para Hermanos de Italia y la Liga, mientras que dentro Forza Italia está luchando por comprender tal rigidez.
La temperatura en la mayoría se puede volver a medir el lunes, en una cumbre muy esperada entre líderes en vísperas de un Consejo de Ministros.
En el escritorio de Meloni está el tema de Sgarbi, con la investigación por evasión fraudulenta de pagos de impuestos, que se añade a las noticias sobre la actividad pagada por el subsecretario para conferencias, presentación de libros, exposiciones, iniciativas culturales.
Con una insistente agenda europea, Meloni profundizará en el caso en cuanto tenga tiempo, y hará sus propias valoraciones.
Nadie levanta barricadas para defender al crítico de arte.
El debate está encendido también por las protestas de la oposición, a las que Meloni respondió del mismo modo: "Veo que están nerviosos, no entiendo por qué", respondió ante las quejas sobre sus palabras sobre la gestión de inmigración ilegal.
"Estoy otros cuatro años y al final preguntamos a los italianos qué piensan. La democracia funciona así, sé que a algunos no les gusta, pero así es como funciona", completó.
(ANSA).