Ataque planificado con teléfonos fijos

Nada de celulares ni computadoras para eludir a los 007

(ANSA) - TEL AVIV, 25 OTT - Los preparativos de Hamás para la operación "Inundación de Al Aqsa", el brutal ataque del 7 de octubre a los kibutz del sur de Israel, duraron dos años. Un largo periodo en el que los terroristas consiguieron evadir la vigilancia de las agencias de inteligencia más poderosas del planeta, tomadas por sorpresa cuando los militantes rompieron las barreras en Gaza e iniciaron la masacre.
    La estratagema utilizada para operar en gran secreto -como ahora se revela- no era la de las tecnologías más avanzadas disponibles, sino, por el contrario, el "contraespionaje a la antigua usanza", es decir, favorecer las reuniones en persona y el uso de teléfonos fijos.
    Dos fuentes bien informadas del tema explicaron a la cadena CNN una información de inteligencia compartida con Estados Unidos, según la cual, en esos dos años, la organización palestina excluyó el uso de computadoras y teléfonos móviles para sus comunicaciones, ahora fácilmente rastreables por los servicios de seguridad israelíes, optando por un método más obsoleto, red telefónica por cable, instalada en sus túneles subterráneos en Gaza.
    Además, de acuerdo con las mismas fuentes, solo una pequeña célula de Hamás estaba al tanto de los planes del asalto, un pequeño equipo que alertó a un grupo mayor de combatientes, listos para actuar, sólo cuando todo estuviera decidido.
    Los comandantes y milicianos "en la superficie" habían sido entrenados durante varios meses y mantenidos en alerta, pero sólo conocerían el plan específico unos días antes del 7 de octubre. "Así se guarda un secreto", señaló una de las fuentes.
    La revelación -subrayó la emisora ;;estadounidense- explicaría por qué el Mossad y la CIA no captaron los indicios de que Hamás estaba preparando la invasión de 1.500 terroristas a Israel. Una de las fuentes explicó que los 007 efectivamente observaron parte del entrenamiento en el terreno, pero que nada parecía inusual. La alarma no sonó.
    El día decidido para la agresión, Hamás volvió a utilizar medios tecnológicos avanzados.
    Según Cloudflare, una empresa estadounidense de seguridad en línea citada por Haaretz, los terroristas atacaron sitios de noticias israelíes para reforzar el efecto sorpresa. La primera agresión aparentemente ocurrió 12 minutos después del ataque, otros similares también fueron rastreados en las semanas siguientes.
    El 56% de los ciberataques se dirigieron a sitios de noticias, 34 fueron contra empresas de TI, el 4% contra el sector financiero, el resto contra oficinas gubernamentales y telecomunicaciones israelíes con el objetivo de dejar al resto del país a oscuras acerca de lo que estaba sucediendo en las comunidades del sur.
    Una vez que entraron en los kibutz, los terroristas tenían una misión precisa, documentada por fotografías, vídeos y grabaciones de las que ahora dispone Israel. Por último, una nota manuscrita, encontrada en el cuerpo de uno de los milicianos asesinados y distribuida por el ejército israelí: "¡Sepan que este enemigo suyo es una enfermedad que no tiene cura, salvo la decapitación y la extracción del corazón y del hígado!". Una orden clara -comentó el portavoz militar- de "matar a los judíos, decapitar a las víctimas y arrancarles el corazón".
    (ANSA).