(ANSA) - TEL AVIV, 25 OTT - La guerra de Israel contra Hamás
no se limita a la Franja de Gaza sino que en las últimas
semanas, con un perfil más bajo, también está afectando a
Cisjordania.
"Nos hemos quitado los guantes", dijo el comandante militar
de la región, general Avi Bluth, en una reunión con líderes de
los asentamientos judíos.
Al referirse a las detenciones de 600 miembros de Hamás y
otros 300 de diferentes organizaciones, el general añadió:
"Estamos decididos a limpiar los nidos del terrorismo para
garantizar la seguridad de los habitantes".
Una unidad antiterrorista israelí llevó a cabo la noche del
martes una redada en Jenin, en el norte de Cisjordania. Durante
un tiroteo, varios milicianos fueron alcanzados por un dron
militar. Según la agencia de noticias palestina Maan hubo cuatro
muertos, entre ellos un adolescente.
Los líderes militares temen que las imágenes del ataque de
Hamás del 7 de octubre desde Gaza despierten también deseos de
emulación entre los palestinos de Cisjordania.
No se pueden descartar ataques terroristas contra
asentamientos, especialmente los más aislados. El despliegue de
fuerzas militares sigue siendo masivo. Para proteger a los
colonos (más de 500 mil), ya están desplegados sobre el terreno
29 batallones, de los cuales 23 son reservistas, según
información de la televisión pública Kan.
Pero la amarga experiencia de los kibutz cercanos a Gaza
enseña que en caso de ataques de fuerzas bien organizadas es
necesario reforzar la capacidad de fuego inmediato de los
llamados "equipos de emergencia" (en hebreo "Kitat Konenut")
compuestos por integrantes de cada localidad, voluntarios, y con
experiencia militar.
Desde principios de octubre, estos equipos recibieron 3.000
armas de fuego y 140 ametralladoras pesadas, según Kan. Y el
apoyo de 3.000 miembros de una unidad de defensa local.
El ministro de Seguridad Interna, Itamar Ben Gvir (líder del
partido de extrema derecha Poder Judío y residente en
Cisjordania) entró en esta atmósfera de movilización general e
inició una campaña de concientización entre los israelíes,
instándolos a armarse. Los criterios para portar armas fueron
reducidos por él y en dos semanas se acumularon 120 mil
solicitudes en todo Israel.
Mientras tanto, en la web, grupos de apoyo a los colonos
están organizando colectas para comprar equipos de defensa para
los miembros de los equipos de seguridad. El flujo de donaciones
es constante. Junto con las armas se difunde una ideología muy
polémica hacia los jefes militares que, en el frente de Gaza,
fueron sorprendidos por Hamás. "A diferencia de ellos -escribe
el sitio web de ultraderecha Ha-Kol ha-Yehudi, cercano al
ministro Ben Gvir- nosotros conocemos bien al enemigo. Incluso a
nivel individual".
Según la ONG Yesh Din, desde el comienzo de la guerra en
Gaza centenares de colonos participaron en 100 incursiones en 62
pueblos palestinos de Cisjordania, "provocando la muerte de seis
palestinos y ocasionando daños materiales".
La tesis de esta ONG es que la distribución de armas a los
habitantes privados en los asentamientos no solo no ayuda a
estabilizar la situación, sino, al contrario, corre el riesgo de
exacerbarla. (ANSA).
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