Cambio en la Casa Rosada, vota el país

En diciembre comienza nuevo rumbo, economía el primer objetivo

(ANSA) - BUENOS AIRES, 22 OTT - Con la economía en llamas y la marea negra de la ultraderecha en ascenso, Argentina acudió hoy a las urnas para tomar una decisión existencial sobre su futuro.
    En el cuadragésimo aniversario de la salida de la dictadura, el país fue llamado a decidir si mantiene la continuidad o cambia de rumbo, consagrando para el máximo sillón de la Casa Rosada al líder de la ultraderecha de Libertad Avanza, Javier Milei, a la conservadora de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, o al peronista progresista Sergio Massa, de Unión por la Patria.
    En un escenario incierto como no se veía desde hace años.
    Una elección difícil y crucial para el segundo país más importante de América del Sur, que busca una cura para una inflación cercana al 140%, una tasa de pobreza del 40% y decenas de miles de millones de deudas por pagar, con grandes franjas de la población que no llega a fin de mes.
    Una situación peligrosa. De hecho, no es casualidad que desde el colegio electoral el presidente saliente, Alberto Fernández, haya implícitamente advertido sobre el riesgo de caer en el escenario de un hombre fuerte en el poder, invitando a "defender la democracia", en el nuevo rumbo que comenzará el 10 de diciembre.
    Un concepto también expresado por Massa. "Los cinco minutos en las urnas son importantes porque representan el futuro de la Argentina", recomendó el actual ministro de Economía, que espera desarrollar el sector energético y del litio, y promete "cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional", centrándose en el ingreso en los BRICS y sobre el apoyo de China.
    El cambio en la Casa Rosada también afecta, de hecho, a la postura del país en la escena internacional, desde la relación con el Brasil de Lula Inacio Da Silva hasta su entrada en el bloque de países emergentes, desde el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea hasta las relaciones con Medio Oriente.
    Por una ruptura de las relaciones con Pekín, y, en cambio, cerca de Israel, está Milei, el enemigo de la casta peronista, el antisistema que gusta al soberanista brasileño Jair Bolsonaro y al español Santiago Abascal de Vox.
    El hombre fuerte que sorprendentemente se alzó con el liderazgo de las primarias generales de agosto, con un 29,8% (superando a Bullrich con un 28% y a Massa con un 27,8%), que también hoy no dejó de destacar: "Estas son las elecciones más importantes de las últimas décadas. Deciden si queremos reconstruir una Argentina poderosa o convertirnos en el barrio marginal más grande del mundo". Su receta para la economía pasa por el cierre del Banco Central y la dolarización del país.
    Más moderada es la propuesta de Bullrich, enfocada en eliminar los actuales bloqueos que impiden la compra de dólares en el mercado oficial. La paladina de Juntos por el Cambio, que espera hacer de Argentina "un país ordenado", desde el inicio de la campaña electoral optó por contar con el apoyo del supereconomista Carlos Melconian. (ANSA).