Arabes y Occidente sin acuerdos en El Cairo

Al-Sisi invoca negociaciones. No hubo declaración final

La Cumbre por la Paz de El Cairo sin acuerdos (foto: ANSA)
La Cumbre por la Paz de El Cairo sin acuerdos (foto: ANSA)

(ANSA) - EL CAIRO, Por el enviado Paolo Cappelleri - No había márgenes para una declaración final compartida por todos: por los países árabes no se podía condenar a Hamas sin usar la misma expresión para Israel, y el razonamiento valía, al contrario, para los líderes occidentales.
    Así, la Cumbre para la paz de El Cairo sobre la crisis en el Medio Oriente se logra en parte, con su promotor Abdel Fattah al-Sisi, un par de objetivos, pero los consigue, restituye a Egipto la posibilidad de tener un rol negociador que corría el riesgo de perder en favor de las naciones del Golfo, y sienta las bases para construir una nueva hoja de ruta hacia la solución de dos pueblos dos Estados.
    Cuando los líderes y representantes de más de treinta países tomaron asiento alrededor de la enorme mesa con al centro el símbolo de una paloma blanca, en Rafah, a 300 kilómetros de distancia, a un par de horas los camiones reanudaron la entrega de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Para Giorgia Meloni es también un efecto de la cumbre organizada por el presidente egipcio, en gran parte, con adhesiones definidas solo a lo último y con buen nivel diplomático.
    Ciertamente, falta la voz de Israel, y Estados Unidos mandan solamente a la encargada de Negocios a Egipto, Pero se siente fuerte y clara la del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen, que tiene diversos encuentros bilaterales (también con Meloni y Pedro Sánchez), y denuncia la "bárbara agresión" israelí y avisa: "No dejaremos nunca nuestra tierra".
    Figuran los primeros ministros de España, Italia, Grecia y el presidente de Chipre, mientras Alemania, Francia y el Reino Unido están representados por los cancilleres.
    Luego se hace sentir el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, según el cual Israel debe ejercitar el derecho a autodefenderse "en el marco de la ley internacional", y la comunidad internacional "debe apoyar a la Autoridad palestina".
    Y también está el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que llama a "un cese del fuego humanitario", después de haber asistido pocas horas antes, en Rafah, "a la paradoja de camiones llenos, por una parte, y estómagos vacíos por otra".
    Al-Sisi exhorta a los otros líderes a "trabajar juntos en una nueva hoja de ruta que ponga fin a la crisis humanitaria" porque es necesario "establecer negociaciones que abran un camino hacia la solución de dos Estados".
    La idea es compartida, en buena parte, por los asistentes, aun con tonos diferentes y las clásicas diferencias. Los europeos apuntan, sobre todo, a la necesidad de condenar a Hamas y distinguir su causa de la palestina. Alemania, Francia e Italia anuncian ayudas económicas para la Franja de Gaza, así como Japón y Canadá.
    En la otra orilla, Jordania habla de "crímenes de guerra" por parte de Israel. Libia y Brasil de "ocupación", Turquía acusa el gobierno de Benjamin Netantahu de "atacar hospitales", y el primer ministro iraquí, Mohammed Shia' Al Sudani habla de genocidio". Y, desde varias partes, son invocadas las fronteras palestinas de 1967.
    Finalmente, los esfuerzos diplomáticos para lograr una declaración final son en vano. Existe únicamente el comunicado de la presidencia egipcia. Según algunas reconstrucciones, el texto final un poco menos pro-palestino respecto a los primeros bosquejos. No existe el compromiso de un cese del fuego.
    Egipto, se lee en la nota, "buscó construir un consenso internacional que trascienda las culturas, las razas, las religiones y las posiciones políticas, cuyo núcleo esté constituido por valores de la humanidad y su conciencia colectiva que rechaza la violencia, el terrorismo y el asesinato ilegal" de seres humanos, y "pide el fin de la guerra en curso que causó la muerte de miles de civiles inocentes tanto de la parte palestina como de la israelí".
    Las próximas semanas dirán si esta cumbre es el punto de partida hacia una solución. Y si Egipto sabrá mantener su rol negociador ligado, en parte, a la presencia de rehenes internacionales en la vecina Franja de Gaza. (ANSA).