Crece la polémica por las manifestaciones de Salvini y pro-Hamás
(ANSA) - ROMA, por Fabrizio Finzi - "Las semillas de la pseudocultura de la violencia y del odio se están propagando, a nivel internacional e interno. Y esto alimenta también amenazas de carácter terrorista y comportamientos que atacan a la libertad de los ciudadanos, a quienes deben garantizarse siempre los derechos fundamentales de expresión, asociación y reunión, consagrados en nuestra Carta Magna".
Dos mensajes en una sola frase del Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, que, al recibir a los prefectos en el Quirinal, no oculta su preocupación por el aumento de los riesgos internos de ataques terroristas revitalizados por lo que sucede en Gaza y al mismo tiempo recuerda que en en cualquier caso siempre deben protegerse los derechos de quienes pretenden disentir o manifestarse en las plazas italianas.
Mattarella habla claro y subraya que estos derechos, de expresión y de reunión, están garantizados por la Constitución.
Al mismo tiempo, el subsecretario del Interior de la Liga Norte, Nicola Molteni, respondiendo a una pregunta (de la Liga), explicó en la sala de la Cámara que "la línea del gobierno es que se debe privilegiar la libertad de expresión del pensamiento, siempre y cuando siempre que se exprese de manera tal que no comprometa el orden público, en cuyo caso la manifestación incurre en prohibición".
Una respuesta comprensible, aún cuando fue provocada por una pregunta de la Liga que buscaba tener información sobre las iniciativas "destinadas a prevenir y contrarrestar las manifestaciones en apoyo de Hamás que pueden plantear riesgos para la seguridad de los ciudadanos judíos".
De hecho, la controversia sobre la legalidad de las manifestaciones pro-Hamas dura desde hace días y ha desarrollado un complejo debate político justo cuando las manifestaciones populares a favor del pueblo palestino se extienden en varias ciudades italianas y extranjeras. Tanto es así que Molteni confirma la atención y recita cifras: "se presta especial y máxima atención a las manifestaciones relacionadas con el conflicto palestino-israelí. En este sentido, se destaca que, del 7 al 18 de octubre, hasta 98 se han llevado a cabo en Italia, iniciativas públicas organizadas por numerosas entidades que también tienen posiciones opuestas, de las cuales 65 son pro palestinas, 15 están a favor de Israel y 18 impulsadas por siglas atribuibles a movimientos pacifistas.
El Presidente de la República habló en general, sin citar obviamente casos individuales, pero el debate es abierto y serio. Como lo demuestra también la "manifestación por la paz" en defensa de Occidente convocada por Matteo Salvini en Milán para el 4 de noviembre, fecha ciertamente no neutral dado que se trata del Día de las Fuerzas Armadas.
"Cuando vemos manifestaciones islámicas alabando a Hamás, enfrentamientos con la policía, museos cerrados, iglesias y sinagogas atacadas, no podemos quedarnos quietos", explicó el líder de la Liga. Un llamado a las calles recibido con frialdad por los aliados del gobierno que señalaron que en esta fase es mejor elegir el camino de la prudencia.
Hoy, el líder del grupo Hermanos de Italia en la Cámara, Tommaso Foti, ha hecho saber diplomáticamente que es mejor no convocar manifestaciones: "relevar a la policía podría beneficiar a todos. Una política inteligente facilita su trabajo. Vámonos a nuestras fuerzas 'tiempo de orden, energía para el acecho, seguimiento, inteligencia...". (ANSA).