(ANSA) - NUEVA YORK, 19 OTT - El conflicto palestino-israelí
está aumentando la tensión en toda la región y se teme por su
posible expansión tras registrarse una ola de ataques con
aviones no tripulados en las últimas 24 horas contra bases
estadounidenses en Irak, que en un caso provocaron heridas leves
a algunas de las fuerzas de la coalición presentes en el
asentamiento.
Lo que hace crecer el miedo de una escalada es otro presunto
ataque contra dos bases estadounidenses en Siria.
Los drones habrían sido lanzados contra Al Tanf, cerca de
las fronteras con Irak y Jordania, mientras que un ataque con
misiles se dirigió contra Conoco, en el campo de la región norte
de Deir el-Zor.
De estos ataques no se pudo confirmar oficialmente, a
diferencia de aquellos iraquíes. Aquí, en el oeste del país, dos
drones apuntaron contra el aeródromo de Al Asad, mientras que un
tercero fue dirigido a una base situada al norte, en Al Harir.
Los tres fueron interceptados por las fuerzas de defensa
aérea estadounidenses, pero el último de ellos sólo sufrió daños
y sus restos provocaron heridas leves entre las fuerzas de la
coalición, según un funcionario estadounidense citado por la
prensa de Estados Unidos.
Los ataques, que se produjeron 20 años después de la
invasión del país por tropas estadounidenses, fueron
reivindicados por la Resistencia Islámica en Irak, una milicia
apoyada por Irán. No será un hecho aislado, prometen, anunciando
"nuevas operaciones" contra "la ocupación estadounidense" y
amenazando con atacar las estructuras estadounidenses, culpables
de apoyar a Israel.
"Nuestros misiles, drones y fuerzas especiales están
preparados para dirigir ataques contra el enemigo en sus bases y
destruir sus intereses si interviene en esta batalla", afirmó
Ahmad "Abu Hussein" al-Hamidawi, jefe de la milicia chiita
iraquí Kataib Hezbollah.
El líder de Kata'ib Sayyid Al-Shuhada, Abu Ala Al-Walai,
quien se hizo fotografía en el sur del Líbano, advirtió que
cualquier participación directa de Estados Unidos "transformará
toda la presencia estadounidense en la región en objetivos
legítimos".
Los ataques, según varios analistas, serían una forma de
presionar la política internacional. Varios grupos armados
chiítas podrían optar por una escalada en Irak, probablemente
seguida por las milicias suníes, aunque desde Teherán -que los
apoya- aún no llegó la autorización para abrir otro frente.
"En este momento de alerta extrema, estamos monitoreando
cuidadosamente la situación en Irak y la región", dijo el
Comando Central de Estados Unidos en un comunicado.
"Las fuerzas estadounidenses defenderán a nuestras fuerzas y
a aquellas de la coalición contra cualquier amenaza", añadió.
(ANSA).
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