Vídeos en las redes sociales en los que reivindica su loca cruzada, una denuncia por amenazas a través de Internet, los meses pasados viviendo como un fantasma en Schaerbeek, uno de los barrios musulmanes más densamente poblados de Bruselas.
Hasta el gesto extremo: el ataque a los tres ciudadanos suecos en pleno centro de la ciudad, la larga huida en la noche, la detención y la muerte a manos de la policía belga.
Nacido el 1 de septiembre de 1978, de origen tunecino, Abdesalem Lassoued tiene una biografía aún bastante oscura. Pero las primeras informaciones muestran en primer lugar que era una persona vigilada por las autoridades federales y conocida por los servicios por su alta "radicalización islámica".
En noviembre de 2019 había solicitado asilo en Bélgica. Una petición que fue rechazada en octubre del año siguiente. Y fue en ese momento cuando Abdesalem, en palabras de la ministra de Asilo y Migración, Nicole de Moor, "desapareció del radar".
El 12 de febrero de 2021, su nombre fue eliminado del registro municipal nacional, lo que lo hace aún menos localizable. Y lo que es más importante, dificulta su repatriación. Sobre todo porque Abdesalem no se presenta en ningún centro de acogida federal ni en las oficinas de inmigración.
La orden de abandonar Bélgica, emitida en 2021, nunca llega a ser operativa.
Por otra parte, según se desprende de su perfil de Facebook, ahora bloqueado, fue fotografiado en 2021 en Génova, en la Piazza della Vittoria. Presumiblemente de camino a Francia.
A principios de 2023, un ocupante de un centro de solicitantes de asilo cercano a Amberes denunció al presunto terrorista de Bruselas por amenazas a través de las redes sociales e informó a la policía local que Abdesalem ya había sido condenado por terrorismo en Túnez.
La policía judicial de Amberes había convocado una reunión sobre el caso el domingo. Las primeras investigaciones mostraron que había sido condenado en Túnez, pero solo por delitos comunes, ya que había excluido que fuera "una amenaza concreta e inminente".
Sin embargo, la cruzada de Abdesalem fue tomando forma poco a poco. El hombre, en los últimos meses, seguiría viviendo en Schaerbeek, el mismo barrio donde residía Najim Laachraoui, uno de los autores del atentado del aeropuerto internacional de Bruselas en 2016.
Y estaba a un puñado de kilómetros de Molenbeek, el escondite de Salah Abdeslam, uno de los asesinos de la matanza del Bataclan, en París, en noviembre de 2015.
En las horas previas al asesinato de los dos suecos, en su cuenta de Facebook -donde el perfil del hombre lleva el nombre de Slayem Slouma-, el terrorista grabó primero un vídeo en el que, con el rostro encapuchado, declaraba que "el libro de Alá es una línea roja por la que sacrificarse".
Luego, inmediatamente después del atentado, apareció otro vídeo en la misma cuenta. Sin cubrirse, reivindicaba su pertenencia a Estado Islámico y el atentado. "Soy Abdeslam Jilani, vengué a los musulmanes. Ahora he matado a tres suecos", fueron las palabras del presunto atacante, que también se refirió en el video al niño musulmán que fue apuñalado días atrás en Illinois.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA