(ANSA) - BRUSELAS 17 OCT - "Se vive para la religión y se
muere por ella. Estoy dispuesto a encontrarme con Dios feliz y
serenamente". Abdesalem Lassoued, el terrorista de Bruselas,
podría encajar en el perfil más clásico de un radicalizado de
Estado Islámico.
Vídeos en las redes sociales en los que reivindica su loca
cruzada, una denuncia por amenazas a través de Internet, los
meses pasados viviendo como un fantasma en Schaerbeek, uno de
los barrios musulmanes más densamente poblados de Bruselas.
Hasta el gesto extremo: el ataque a los tres ciudadanos
suecos en pleno centro de la ciudad, la larga huida en la noche,
la detención y la muerte a manos de la policía belga.
Nacido el 1 de septiembre de 1978, de origen tunecino,
Abdesalem Lassoued tiene una biografía aún bastante oscura. Pero
las primeras informaciones muestran en primer lugar que era una
persona vigilada por las autoridades federales y conocida por
los servicios por su alta "radicalización islámica".
En noviembre de 2019 había solicitado asilo en Bélgica. Una
petición que fue rechazada en octubre del año siguiente. Y fue
en ese momento cuando Abdesalem, en palabras de la ministra de
Asilo y Migración, Nicole de Moor, "desapareció del radar".
El 12 de febrero de 2021, su nombre fue eliminado del
registro municipal nacional, lo que lo hace aún menos
localizable. Y lo que es más importante, dificulta su
repatriación. Sobre todo porque Abdesalem no se presenta en
ningún centro de acogida federal ni en las oficinas de
inmigración.
La orden de abandonar Bélgica, emitida en 2021, nunca llega
a ser operativa.
Por otra parte, según se desprende de su perfil de Facebook,
ahora bloqueado, fue fotografiado en 2021 en Génova, en la
Piazza della Vittoria. Presumiblemente de camino a Francia.
A principios de 2023, un ocupante de un centro de
solicitantes de asilo cercano a Amberes denunció al presunto
terrorista de Bruselas por amenazas a través de las redes
sociales e informó a la policía local que Abdesalem ya había
sido condenado por terrorismo en Túnez.
La policía judicial de Amberes había convocado una reunión
sobre el caso el domingo. Las primeras investigaciones mostraron
que había sido condenado en Túnez, pero solo por delitos
comunes, ya que había excluido que fuera "una amenaza concreta e
inminente".
Sin embargo, la cruzada de Abdesalem fue tomando forma poco
a poco. El hombre, en los últimos meses, seguiría viviendo en
Schaerbeek, el mismo barrio donde residía Najim Laachraoui, uno
de los autores del atentado del aeropuerto internacional de
Bruselas en 2016.
Y estaba a un puñado de kilómetros de Molenbeek, el
escondite de Salah Abdeslam, uno de los asesinos de la matanza
del Bataclan, en París, en noviembre de 2015.
En las horas previas al asesinato de los dos suecos, en su
cuenta de Facebook -donde el perfil del hombre lleva el nombre
de Slayem Slouma-, el terrorista grabó primero un vídeo en el
que, con el rostro encapuchado, declaraba que "el libro de Alá
es una línea roja por la que sacrificarse".
Luego, inmediatamente después del atentado, apareció otro
vídeo en la misma cuenta. Sin cubrirse, reivindicaba su
pertenencia a Estado Islámico y el atentado. "Soy Abdeslam
Jilani, vengué a los musulmanes. Ahora he matado a tres suecos",
fueron las palabras del presunto atacante, que también se
refirió en el video al niño musulmán que fue apuñalado días
atrás en Illinois. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA