(ANSA) - BUENOS AIRES 16 OCT - Gal Yehezkel tiene 22 años y
se siente "israelí-argentina", cuenta que vivió en Argentina
entre los 3 y los 10 años y luego se radicó en una ciudad al
norte de Tel Aviv; el domingo logró escapar milagrosamente de la
ferocidad de Hamás en la fiesta de tavé.
Estuvo en el encuentro de música electrónica que atacó
Hamas y logró escapar atravesando un campo sembrado, corriendo
por dos horas y media desesperada. Su historia la cuenta hoy el
portal de noticias Infobae.
"Había llegado a casa después de un año en Estados Unidos,
donde fui a trabajar después de dejar el ejército. Pero ya en
Estados Unidos había comprado los tickets para ir a la fiesta
con mis amigos Yuval y Ofek", contó. Desde su casa hasta el
lugar de la rave hay unas dos horas, que junto a otros conocidos
hicieron en dos autos.
Gal recuerda todo. Su relato es estremecedor. De los tres
mil asistentes a la fiesta electrónica, más de 260 murieron.
Muchos otros fueron tomados como rehenes y aún están bajo el
cautiverio de Hamás, pero ella se salvó.
"Eran las 6.25 cuando empezaron los misiles, ya había luz.
En Israel tenemos el 'Escudo de Hierro' para neutralizarlos. Se
veía como flotaba en el aire. Es algo que lamentablemente pasa
bastante en ese lugar. Esperamos un poquito, lo tomamos con
calma. Pero de pronto paró la música. No pensamos en nada grave.
Agarramos nuestras cosas y como 40 minutos después fuimos para
los autos. Pero quedamos como diez minutos varados. No nos
podíamos mover para ningún lado. Justo mi papá empezó a mandarme
mensajes, que no le contesté. Después me llamó, y el resto del
tiempo, hasta que estuve a salvo, estuvimos en contacto", contó
la joven.
Gal narra que se dio cuenta que algo andaba muy mal. Que no
era normal la situación, reflejó Infobae. "De repente, cuando
todavía estábamos en el auto, empezaron a gritar que habían
entrado al país. Nunca en la vida pasó que entraran 1500… A
veces pasó que entraban diez, pero enseguida los bajaban. Los
autos se empezaron a mover, y entendimos que a los que se habían
ido antes los habían matado, los habían quemado vivos. Los
estaban esperando con camionetas, armados con RPG (lanzagranadas
ruso), con Kalashnikov, con fusiles M-16… Nos dimos cuenta que
por la calle no íbamos a poder salir", subrayó.
En la ruta, amplió, había una patrulla de la policía
israelí. Pero los atacantes de Hamas eran demasiados. Murieron
combatiendo. La única opción para Gal y sus amigos era dejar los
autos y atravesar el campo corriendo. Todos iban hacia donde
ellos estaban. Algunos hasta tomaron imágenes, como el video
donde se la ve corriendo y que ahora está en las redes sociales.
"Era como una película. Corríamos y oíamos los disparos,
muy cerca. Había gente que caía muerta alrededor nuestro. De
casualidad, no nos tocó a nosotros. Corrí dos horas y media.
Hasta que en un momento no pude más. Le dije a mi amigo que me
iba a tirar al suelo, eso era lo que tenía en mi cabeza, hacerme
la muerta y esperar que me pasaran por arriba sin darse cuenta.
Me miró y me dijo 'no hay chance, no tenemos otra que correr…'.
Di media vuelta mientras corría y los veía (a los de Hamás,
NDR). Cuando miré para adelante vi unos autos que ya podían
salir del lugar. Dios quiso que en uno abrieran la puerta de
atrás y nos gritaron que entremos. Con un amigo nos metimos con
el auto en movimiento", describió.
Y así, milagrosamente se salvaron. (ANSA).
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