(ANSA) - BRUSELAS, 16 OTT - Un Consejo Europeo
extraordinario, convocado apresuradamente en una sesión del
sábado por la noche, para definir "una posición común" sobre el
conflicto en Medio Oriente, sus consecuencias y los desarrollos
sobre el terreno.
A diez días del ataque del grupo fundamentalista Hamás a
Israel, los líderes de la Unión Europea (UE) se reúnen en una
videoconferencia para definir "una línea de acción clara y
unitaria" sobre uno de los informes de política exterior cada
vez más delicado y dividido.
Y quien terminó en el banquillo de los acusados fue la
presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el
centro del fuego cruzado de los gobiernos por su viaje a Israel
-realizado sin haber recibido el mandato- y por su silencio
sobre Gaza, que fue interrumpido sólo después de una semana.
Una actitud que, según varios diplomáticos de la UE, suscita
preocupaciones sobre la "credibilidad" del continente en la
escena internacional. Y corre el riesgo de convertirse en un
boomerang para ella, que trabaja silenciosamente para conseguir
un segundo mandato en las Europeas de 2024.
La reunión de los Veintisiete, que comenzará el martes a las
17.30 horas, "fue convocada de conformidad con los Tratados",
aclaró un alto funcionario europeo, reiterando que "la política
exterior es una cuestión de los países miembros".
Una estocada directa a la presidenta de la UE, en la mira
sobre todo de España, Irlanda, Bélgica y Francia, por haber
excedido sus competencias al ir a Israel y, esta es la acusación
de la mayoría de los críticos, haber sustituido no solo al
Consejo Europeo, sino también al Alto Representante Josep
Borrell, guardián de la diplomacia comunitaria.
Durante su viaje, Von der Leyen no hizo referencias
explícitas a la necesidad del respeto del derecho internacional
por parte de Israel. Una línea "no conforme", en la visión de
parte de algunas capitales, a las diferentes sensibilidades
nacionales.
Y sobre lo cual, la política alemana se vio obligada a corregir
su objetivo.
Pero en la Comisión dicen estar convencidos de que la línea
adoptada por la presidenta sigue su propia coherencia: la
prioridad, se explica, era hablar con la parte israelí sin
depender de tuits ni de declaraciones diarias.
El sábado, en cualquier caso, Bruselas anunció la asignación
de otros 50 millones de euros para los civiles de Gaza.
Es la ayuda humanitaria apoyada por Borrell, acordada por
los Veintisiete, y ahora también garantizada por un puente aéreo
a través de Egipto con los dos primeros vuelos que se realizarán
"en semana" con material procedente también de Unicef.
El anuncio llegó de la propia Von der Leyen, desde Tirana:
"Los palestinos de Gaza no pueden pagar el precio de la barbarie
de Hamás".
Sin embargo, el cambio de rumbo no fue suficiente para
calmar los ánimos entre los gobiernos comprometidos en un
"diálogo franco" para alcanzar una línea común.
El conflicto, en palabras del presidente del Consejo
Europeo, Charles Michel, traerá "muchas consecuencias".
Por este motivo, los riesgos de nuevas oleadas migratorias
desde Gaza y de un estallido del extremismo acabarán en la mesa
de los dirigentes. Todos desafíos que, insistió Michel,
requieren "unidad".
Luego habrá que encontrar el marco también para las
delicadas cuestiones del alto el fuego y los rehenes en manos de
Hamás. El número de europeos que parecen estar entre los 199
secuestrados sigue siendo un secreto. Pero los contactos
diplomáticos entre la UE y los países de Medio Oriente "son
intensos". (ANSA).
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