(ANSA) - PEKIN, 16 OTT - Tras la ambigUedad de los primeros
días, China se muestra abiertamente a favor de la causa
palestina y apoya la cohesión del mundo islámico frente al
conflicto entre Hamás e Israel.
El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, la refinada
mente ejecutiva de las estrategias diplomáticas del presidente
Xi Jinping, completó el giro del "Dragón" en tres movimientos
entre Estados Unidos y, sobre todo, Arabia Saudí e Irán, los dos
países que volvieron a normalizar sus relaciones con la
mediación de Pekín".
En una conversación telefónica el sábado con su homólogo
estadounidense, Antony Blinken, Wang criticó a Estados Unidos
instando a Washington a asumir "un papel responsable", en línea
con la lectura de los medios estatales chinos que desde hace
días acusan a ese país de desplegar portaaviones y aviones de
combate en la zona en otra demostración de fuerza.
"El conflicto se está intensificando y corre el riesgo de
salirse de control", resaltó Wang, quien, en el informe de
Pekín, pidió "la convocación de una reunión internacional lo
antes posible para alcanzar un amplio consenso" sobre la
creación de los dos Estados: el de Palestina junto al de Israel,
indispensable para sentar las bases de una paz estable y
duradera.
El ministro, jefe de la diplomacia del Partido Comunista
Chino, mantuvo también el sábado otra llamada telefónica con su
homólogo saudí, Faisal bin Farhan Al Saud, de la que se ha
informado hoy: esta vez la reprimenda de Wang iba dirigida
contra Israel, cuyas acciones "fueron más allá del ámbito de la
autodefensa", mientras que el Estado judío "debería escuchar
seriamente los llamamientos de la comunidad internacional y del
secretario general de la ONU (Antonio Guterres) para poner fin
al castigo colectivo del pueblo de Gaza".
Duras palabras que tienen el claro objetivo de bloquear las
ambiciones residuales de unas relaciones normalizadas entre el
Estado judío y Riad en el marco de los Acuerdos de Abraham
patrocinados por Estados Unidos.
En la conversación de hoy con su homólogo iraní, Hossein
Amir-Abdollahian, Wang finalmente asestó el golpe final: China
"apoya a los países islámicos en fortalecer la unidad y la
coordinación sobre la cuestión palestina" para hablar "con una
sola voz". La comunidad internacional debería actuar para
oponerse a las acciones de cualquier parte que dañen a los
civiles", añadió el jefe diplomático chino, pidiendo la
protección de Gaza con ayuda adecuada para evitar una crisis
humanitaria.
El cambio de rumbo del Dragón no sorprendió a los
observadores. "China sólo mostró apoyo inicial a Israel y ahora,
después de descubrir la reacción musulmana común, se volvió
completamente contra Israel para obtener una ventaja
estratégica", comentó Derek Grossman, analista de Rand
Corporation, en una publicación en su cuenta de la red social X
(antes Twitter).
A pesar de las quejas del gobierno de Jerusalén sobre la
falta de solidaridad por los ataques de Hamas, las declaraciones
oficiales chinas continúan sin mencionar al grupo de milicias
islámicas sino definiendo el conflicto entre israelíes y
palestinos.
"El cálculo se parece a aquel de la invasión rusa de
Ucrania", señaló a ANSA una fuente diplomática en la capital
china.
"En aquella ocasión, China vio los márgenes para fortalecer
el liderazgo del Sur global, dado que muchos países en
desarrollo habían sido fríos en su condena a Moscú. Ahora, a
pesar de los vínculos económicos y tecnológicos con Israel,
Pekín pretende fortalecer no sólo su control en Oriente Medio y
en los 22 países de la Liga Árabe, sino sobre aquellos países
musulmanes en general, demostrándose más fiable que Estados
Unidos y Occidente", añadió la fuente.
Incluso la solución de dos Estados, "cuya implementación es
ahora más realista, puede ser considerada por Pekín como un
éxito".
Mientras tanto, el enviado especial chino, Zhai Jun, estará
en Medio Oriente la próxima semana para impulsar un alto el
fuego y promover conversaciones de paz.
Mientras, la capital china ultima los preparativos finales
para el tercer Foro sobre las "nuevas rutas de la seda"
(conocido como Iniciativa del Cinturón y la Ruta), el martes y
miércoles, en el décimo aniversario del ambicioso plan de
infraestructuras lanzado por Xi en 2013, con la llegada del
presidente ruso, Vladimir Putin, como invitado de honor.
(ANSA).
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