(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 12 OTT - Un grupo de 287 mexicanos
repatriados de Israel llegaron a México a bordo de dos aviones
de la Fuerza Aérea en medio de muestras de júbilo, llanto,
risas, música de mariachi y la sensación de estar seguros tras
pasar largos días de incertidumbre por el ataque de Hamás a
Israel el sábado último.
Los dos aviones arribaron la noche del miércoles, con una
diferencia de unas 3 horas, al flamante Aeropuerto Internacional
Felipe Angeles, ubicado al norte de la capital, en medio de las
notas de "El Son de la Negra", una popular melodía vernácula.
Entre los mexicanos que consiguieron lugar en los dos
primeros vuelos humanitarios coordinados por la Cancillería y
operados por el ministerio de Defensa figuran seis integrantes
de la selección nacional de gimnasia rítmica y su entrenadora,
que habían acudido a una competencia en el país del medio
oriente.
Ambos aviones tuvieron que hacer tres escalas (en Turquía,
Irlanda y Canadá) en sendos vuelos que duraron cada uno casi 30
horas, pero aún resta por traer al país a más de 700 personas
inscritas en una lista elaborada por la embajada mexicana en Tel
Aviv debido al conflicto que arroja ya más de 1500 muertos.
"Nos sacaron en el momento preciso", afirmó la entrenadora
Blajaith Aguilar, acompañada de las atletas Adirem Tejeda, Karen
Villanueva, Kimberly Salazar, Sofía Flores, Julia Gutiérrez y
Dalia Alcocer.
"Cuando la Fuerza Aérea y el Ejército fueron por nosotros,
justo empezaron los ataques más fuertes a Tel Aviv con drones,
cerca del mismo aeropuerto. Nosotros estábamos cerca. Se actuó a
tiempo y estamos bien, en casa", dijo Aguilar.
"Nuestro compromiso fue proteger a nuestra comunidad. Mi
reconocimiento a los equipos de la Defensa y la Cancillería.
Seguimos trabajando con opciones de salida", afirmó la canciller
Alicia Bárcena.
Además de los tripulantes, viajaron con los repatriados
funcionarios consulares, así como médicos militares.
Tras aterrizar el primer avión, y luego de descender por
la escalerilla, la mexicana Herminia Hernández dejó a un lado su
valija, se hincó y besó el suelo mexicano en el aeropuerto para
luego levantarse y desdoblar una bandera mexciana y ondearla
frente a un centenar de periodistas locales y extranjeros que
presenciaron la escena.
La mujer, de 63 años, nativa de Tierra Caliente, estado
sureño de Michoacán, uno de los más golpeados por la violencia
del crimen organizado, había viajado con un grupo de peregrinos
para visitar Tierra Santa pero luego su sueño se tornó en
pesadilla cuando sobrevinieron los ataques de Hamás y las
represalias israelí.
Sin embargo, rechazó haber sentido miedo y dijo que sólo
"sentíamos nervios", porque "ya estamos acostumbrados, debido a
que se vive también aquí" una situación parecida en una región
largamente asolada por bandas delincuenciales.
Gerardo Olguín, arquitecto, quien viajó a Israel por
razones de trabajo y para conocer técnicas de su profesión,
señaló que "sentimos mucha zozobra durante los bombardeos", lo
que le hizo "reflexionar" sobre las diferencias entre Israel,
donde "hay todo un conflicto histórico y religioso" y México, en
el cual "no tenemos justificación para tanta violencia".
Por ahora, se ignora la suerte de tres mexicanos que se
encuentran como rehenes del grupo Hamás, en medio de un total
hermetismo de la Cancillería. (ANSA).
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