Tiene la más baja poblacion de entre 18 a 34 años de la UE.
(ANSA) ROMA - En 2023 en Italia hay unos 10 millones 200 mil jóvenes de 18-34 años; desde 2002 la pérdida es de más de 3 millones (-23,2%).
Italia es el país de la UE con la menor incidencia de 18-34 años en la población (en 2021 17,5%; media de la UE 19,6%).
El sur presenta una pérdida neta de jóvenes a pesar de que hay más que en el norte: la proporción de personas que se encuentran entre 18 y 34 años es mayor en (18,6%) que en el Centro-norte (16,9%), pero la disminución es muy severa (-28% desde 2002).
Los datos surgen del informe Instituto de Estadística (Istat) "Los jóvenes del Mezzogiorno", como se conoce al sur del país en Italia.
Los jóvenes son los verdaderos protagonistas del llamado "invierno demográfico": disminuyen - según el Istat- a medida que la población aumenta (+3,3% desde 2002 hasta la actualidad).
Es un fenómeno activo desde los baby-boomers (nacidos entre 1956-'65), pero que se ha acelerado a partir de los llamados millennials (nacidos entre 1981-'95).
El Instituto de Estadística prevé que en 2061 los mayores de setenta serán el 30,7% de la población residente en el sur (18,5% en el Centro-norte).
La propensión a casarse y a tener hijos en todas partes se reduce: en 2021, la edad media en el primer matrimonio de los italianos fue de 36 años para el novio (32 en 2004) y 33 para la novia (29 en 2004); la de la primera procreación para las mujeres está en continuo aumento (32,4 años frente a 30,5 en 2001).
Esto, agrega el Istat, corre el riesgo de interferir con el ciclo biológico de la fertilidad y alimentar el "invierno demográfico".
Los jóvenes del sur tienen un camino más "largo y complicado" hacia la edad adulta. Se dilatan considerablemente los tiempos de salida de la casa de los padres, de formación de una familia propia, de la primera paternidad o maternidad.
En el sur, el 71,5% de los jóvenes de 18-34 años en 2022 vivían en casa de sus padres familia (64,3% en el norte de Italia; 49,4% en la UE a 27), con un fuerte aumento respecto a 2001 (62,2%).
En las nuevas generaciones de jóvenes del sur se observa una extensión progresiva de las vías de estudio. Los llamados "millennials" (nacidos entre 1981 y 1995) son mucho más educados, sobre todo por la reducción visible del componente con títulos inferiores al diploma (24,4%) ahora superado por el terciario (27,8%).
En los últimos años -según el Istat- ha aumentado la propensión a los estudios universitarios, especialmente en el sur: aquí en el año escolar 2021-22 se registran 58 matriculados por cada 100 residentes con 19 años (56 en el Centro-norte); 47 matriculados cada 100 19-25 años (41 en el Centro-norte); 22 graduados (año natural 2022; I y II ciclo) cada 100 23-25 años.
Las matriculaciones aumentan sobre todo en las Regiones con alto desempleo y bajo PIB per cápita (entre 2010 y 2022: Sicilia +15,6 puntos; Cerdeña +13,6; Calabria +10,9; en contra: Lazio +8,4; Lombardía +5).
La formación universitarias de los sureños suelen ser más lentas y se caracterizan por una significativa "emigración estudiantil", tanto en la inscripción (el 28,5% se matriculan en universidades del Centro-norte), en la graduación (39,8% en universidades del Centro-norte), como en el postgrado (después de 5 años solo el 51% trabaja en el sur).
Es una paradoja, pero a mediano y largo plazo - observa el Istat - esto podría alimentar una mayor privación de capital humano con habilidades avanzadas, indispensable para el sur.
(ANSA).