Pocos días de autonomía de los generadores, la salud en colapso
(ANSA) - GAZA - Por Sami al-Ajrami - Los servicios sanitarios viven un infierno, entre medio de la oscuridad y la desesperación por el asedio reinante en Gaza, y advierten que están al borde del colapso porque no tienen medios para asistir a los miles de heridos que acudieron en masa a los centros médicos de la Franja desde el pasado sábado.
El personal médico está agotado. La situación se ve agravada por la escasez de diésel y las interrupciones en el suministro de electricidad, que ahora sólo proviene de los generadores.
El pasado miércoles Hamás pidió la apertura de un corredor humanitario para traer ayuda humanitaria urgente desde Egipto.
Hasta el momento todo ha permanecido cerrado.
En tanto, a la entrada de la sala de urgencias del hospital Indonezi, llamado así porque fue construido con financiación indonesia, en el norte de la Franja de Gaza, llega una ambulancia de los bomberos. Se extrae a un hombre que hasta hace poco había estado enterrado bajo los escombros de su casa en el distrito de Mashrua del cercano Beit Lahya, que acababa de ser bombardeada por Israel.
Todavía no puede creer que milagrosamente haya sobrevivido.
Pero estalla en sollozos por no poder salvar a su hermano, que permaneció bajo las piedras de lo que una vez fue conocida como Casa Othman.
En el jardín que rodea el hospital hay una multitud de personas, algunas en los bancos, otras tumbadas en el césped, ansiosas por conocer las condiciones de sus seres queridos recién hospitalizados.
Es necesaria la intervención de los agentes para mantener el orden.
Las zonas ubicadas al norte y al este de ese hospital fueron evacuadas debido al intenso bombardeo israelí que aún continúa.
En la puerta de entrada hay alineados catres y camillas, en previsión de futuras emergencias.
A 500 metros hay un segundo hospital, privado, llamado Al Awda. Su director, el doctor Ahmed Muhanna, explicó que ya el sábado proclamó el estado de emergencia, con el inicio de las hostilidades y los primeros desalojos de población de las zonas más cercanas al territorio israelí.
Todo el personal médico fue retirado y los pacientes menos graves fueron dados de alta.
Su hospital, con sólo 80 camas, tuvo que atender a 450 heridos. Otros fueron enviados a otra parte.
"Pedimos 10.000 litros de diésel -afirmó- pero sólo recibimos 3.000. Si todo va bien, sólo alcanzarán para cinco días. Nuestros generadores funcionan las 24 horas del día.
Además, nos falta oxígeno. Estamos pasando por dificultades indescriptibles". "La situación humanitaria en Gaza corre el riesgo pronto de salirse de control", advirtió la Cruz Roja Internacional.
En una conferencia de prensa en Ginebra, su director regional, Fabrizio Carbone, citado por la agencia oficial palestina Wafa, señaló que los bombardeos en curso no permiten a su organización distribuir las reservas de materiales necesarios.
Entre estos mencionó el diésel para generadores eléctricos y el cloro para el abastecimiento de agua.
"Las condiciones de seguridad -añadió- ;;no nos permiten movernos libremente. Desde el inicio de esta ronda de hostilidades -precisó- cinco paramédicos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja fueron asesinados".
La Cruz Roja también cree que es necesario crear lo antes posible un corredor humanitario para llevar medicinas y combustible a Gaza, como también lo espera Naciones Unidas.
El número de muertos por los bombardeos israelíes es de 1.417 muertos y más de 6.000 heridos. Pero crece hora tras hora.
(ANSA).