(ANSA) - NUEVA YORK 11 OCT - Las prioridades del presidente
Joe Biden son evitar masacres de civiles en Gaza que corren el
riesgo de debilitar el apoyo internacional a Israel, crear
corredores humanitarios para evacuar a los palestinos no
relacionados con Hamás y negociar la liberación de rehenes,
incluidos 20 estadounidenses.
De esta manera Biden buscar evitar la escalada del conflicto
en Oriente Medio, donde ve desvanecerse las ilusiones de una
"estrategia de salida" estadounidense en una región que ha
dominado la agenda de seguridad nacional durante los últimos 50
años.
Para contener el fuego envió al secretario de Estado, Antony
Blinken, que voló a Israel este miércoles, y que hará escala en
Jordania.
Mientras tanto, el número de víctimas estadounidenses
aumentó de 14 a al menos 22, aunque la cifra podría ser aún
mayor.
Y también aumenta la presión del ala liberal del Partido
Demócrata contra el asedio de Gaza, con el senador Bernie
Sanders criticando la decisión de Israel de cortar la
electricidad, los alimentos y el agua: "Es una grave violación
del derecho internacional", agregando que "atacar a civiles es
un crimen de guerra, independientemente de quién lo haga".
"Nuestro apoyo a Israel es inquebrantable. Les respaldamos",
reiteró el presidente estadounidense (antes de hablar
telefónicamente con el premier israelí Benyamin Netanyahu), tras
la reunión en la Casa Blanca con las comunidades judías de
Estados Unidos.
Públicamente, el presidente estadounidense mostró pleno
apoyo a 'Bibi', afirmando que Israel tiene no sólo "el derecho
sino también el deber de responder" y que "si Estados Unidos
hubiera sufrido lo que Israel está sufriendo, nuestra respuesta
habría sido rápida, decisivo y abrumador".
Reveló que en su penúltima llamada telefónica discutieron
"cómo las democracias como Israel y Estados Unidos son fuertes y
más seguras cuando actúan sobre la base del Estado de derecho".
"Los terroristas atacan deliberadamente a civiles, los
matan. Respetamos las leyes de guerra y eso es lo que importa",
le dijo.
Según algunos medios estadounidenses, en privado Biden
insistió a Netanyahu en que la respuesta contra Hamás en Gaza
sea proporcionada y que se tomen medidas para evitar víctimas
civiles.
La Casa Blanca teme posibles repercusiones en caso de uso
excesivo de la fuerza por parte de Israel, con la muerte de
mujeres, niños y no combatientes, lo que podría ponerlo casi al
mismo nivel que la organización terrorista.
En el pasado, la administración estadounidense siempre
advirtió a Israel que no entrara en Gaza, temiendo que esto
abriera una caja de Pandora para Oriente Medio, pero ahora sólo
puede pedir que se minimicen los "daños colaterales".
Por ese motivo la Casa Blanca está coordinando un plan con
otros países para garantizar un corredor humanitario que permita
salir de Gaza a los civiles que corren el riesgo de quedar
atrapados en el anunciado asalto israelí.
La ruta de escape sería hacia Egipto. También presionan para
la liberación de los rehenes: Estados Unidos cuenta con la
mediación de Qatar, que tiene acceso a Hamás.
Blinken espera reunirse con los líderes israelíes, incluido
Netanyahu, para discutir un mayor apoyo militar estadounidense y
tal vez reiterar a puerta cerrada la advertencia de evitar
víctimas civiles en Gaza.
Pero otra prioridad principal para el secretario de Estado
estadounidense será transmitir un mensaje de disuasión, en gran
medida dirigido a Irán y a los grupos respaldados por Teherán,
como Hezbollah en el Líbano, para evitar el estallido de una
guerra más amplia. O ataques a las tropas estadounidenses en
Medio Oriente, como teme el Pentágono. (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA