Mattarella en el lugar del desastre. Murieron 2.000 personas
(ANSA) - TRIESTE - El presidente italiano, Sergio Mattarella, se encuentra en los lugares del desastre de Vajont, noreste de Italia, donde hace 60 años un deslave provocó una tragedia que se cobró la vida de dos mil personas. "Es un tormento que cuestiona la conciencia, la República no lo ha olvidado", sostuvo Mattarella.
Los habitantes de Longarone y del valle del Piave sólo tuvieron cuatro minutos para intentar salvarse, la noche del 3 de octubre de 1963, antes de que la ola generada por el desprendimiento del Monte Toc en el embalse de Vajont superara la presa y arrasara pueblos. Erto, Casso y Castelavazzo se han convertido en pueblos fantasmas. Longarone fue reconstruida con hormigón armado. Ahora sólo quedan unas pocas docenas de sobrevivientes.
"Estamos aquí para recordar a las personas, a los que murieron el 9 de octubre de 1963, a los sobrevivientes, a los que tuvieron que abandonar sus casas y a los que lucharon denodadamente para reconstruirlas, para permanecer allí", afirmó Mattarella, en la ceremonia de conmemoración de la tragedia de Vajont.
El presidente italiano habló de los "monumentos silenciosos a las víctimas, a los enterrados en los cementerios, a los enterrados para siempre en los lechos de los ríos, en las laderas: mujeres, hombres, niños. Quinientos niños".
"Son tormentos que todavía - sesenta años después - perturban y cuestionan las conciencias", agregó.
"En el lugar de la tragedia, al día siguiente, el campanario de la Iglesia de San Tomaso Apostolo se encontraba solo en Pirago. El tiempo no diluye el dolor, pero ese campanario, ahora restaurado, aparece, en su soledad, casi como un símbolo de la resiliencia de estos lugares y de sus gentes. Gente de pueblos que, como recordó el alcalde Padrín, querían volver a la vida", continuó.
El Jefe de Estado habló de "historias de lugares que ya no existen, historias de lugares que la tenacidad de los habitantes quiso revivir después de la tragedia. Junto a Longarone, Pirago, Maè, Villanova y Rivalta, Frasèin, Col delle Spesse, Il Cristo, Pineda, Ceva, Prada, Marzana, San Martino, Faè, Erto y Casso.
Hoy nos encontramos en un parque, el de los Dolomitas friulanos que, en la belleza de estos lugares, dedica obedientemente caminos a la memoria. Estamos frente a dos marcos: este paisaje, el de los Prealpes Cárnicos. Y la presa, una creación artificial. Ambos, hoy, monumentos silenciosos a las víctimas".
"Inmenso santuario al aire libre que acompaña al cementerio de Fortogna, mausoleo nacional. Reflexionemos: el deslizamiento de tierra, la desaparición, en el aire, de un entorno, de un territorio, de muchas personas. La desaparición de la vida", agregó.
"El general Giampaolo Agosto, entonces joven oficial del Sexto Regimiento de Artillería de Montaña, que intervino con los hombres bajo su mando en las horas inmediatamente posteriores a la tragedia, recordó, en las últimas semanas, que sus soldados, ante tal horror, tenían los ojos fijos en el vacío. Hoy queremos esforzarnos en imaginarnos reflejados, ante todo, en los ojos de aquellos que ya no están, que cuando llegaron las tropas alpinas ya no estaban, en los ojos de los socorristas. En las miradas severas de los sobrevivientes. En los ojos de quienes hoy están aquí, custodios de estos territorios. Para poder decir que la República no ha olvidado", expresó Mattarella.
"La catástrofe de Vajont fue comparada con la provocada por el movimiento de aire resultante de la explosión de un artefacto nuclear. La tragedia que ha ocurrido aquí lleva el peso de pesadas responsabilidades humanas, de decisiones serias que fueron denunciadas por personas atentas incluso antes de que ocurriera la catástrofe", afirmó el presidente italiano.
Antes de llegar al edificio donde se celebró la conmemoración, el Mattarella se dirigió a Fortogna, al cementerio de las víctimas de la catástrofe, para una ceremonia; y luego visitó la presa, caminando por la pasarela. En la ceremonia participan también el presidente de la Cámara de Diputados, Lorenzo Fontana, los presidentes de las regiones de Friuli-Venecia Julia, Massimiliano Fedriga, y de Véneto, Luca Zaia.
"Creo que no sólo es conveniente, sino necesario - subrayó el Jefe de Estado - que la documentación del proceso celebrado entonces sobre las responsabilidades permanezca en este territorio. Esa documentación, necesariamente, fue recogida en los lugares donde se celebró el proceso penal, porque entonces tenía una finalidad judicial. Habiendo concluido los juicios hace muchos años, hoy tiene una finalidad de memoria y lo que es memoria debe preservarse cerca de donde ocurrió la tragedia".
"Cuidar el medio ambiente, respetarlo, es garantía de vida", afirmó Mattarella.
Estamos en Vajont "para decir que -como instó el presidente Zaia- poder garantizar las condiciones de seguridad y garantía de justicia -como exige el buen gobierno- sigue siendo un objetivo actual y necesario en nuestra sociedad. ¿Por qué cuidar el medio ambiente? Respétalo, es garantía de vida", subrayó.
"Para evitar actitudes de indiferencia, de presunción, de superioridad con respecto a las señales de la naturaleza -agregó-. Pagadas aquí a un precio tan alto. Para no capitular ante lo que el presidente Fedriga definió como "el deseo ciego del hombre de doblegar la naturaleza a su gusto para obtener el máximo beneficio".
"La intervención de un hombre que se traduce en abuso corresponde a la violencia de la naturaleza", concluyó Mattarella. (ANSA).